Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

Los vecinos de Moal tienen un proyecto de aprovechamiento de su monte comunal que lleva un año en punto muerto. Dado que su territorio está en pleno parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, consideran que deberían ser un ejemplo de convivencia entre la actividad económica y la conservación de la naturaleza: la tan nombrada sostenibilidad que tanto invocan los organismos oficiales.

Maximino Cadenas, gestor del monte de Moal, explica que «los trámites burocráticos que tenemos que pasar dentro del parque son mayores que fuera. Tenemos entre manos un proyecto sostenible con el que pretendemos favorecer la biodiversidad y dar beneficios a los propietarios, pero no conseguimos avanzar. Esperamos que el nuevo director del parque sea bastante más accesible y tenga más implicación que el anterior». Cadenas considera posible que en 2012 se empiece a sacar madera del monte.

Antonio Rodríguez, otro de los vecinos, es más contundente. «Si no hay aprovechamientos, se va todo al traste. Y no puede haberlo cuando te dicen que plantes el monte pero que luego tienes que sacar la madera de allí al hombro, como en el siglo XVIII. Es como si te dicen que puedes hacer una casa de dos alturas, pero que no se te permite construir una escalera para subir».

De todas formas, mientras esperan a que se les permita aprovechar su monte, los vecinos de Moal y la Fundación Oso Pardo (FOP) han decidido destinar más de 10.000 cerezos a la repoblación forestal del terreno. La Fundación Oso es copropietaria de este monte de Moal y pretende que esta plantación produzca frutos y también madera, además de alimento a los osos.

José Luis García, coordinador de proyectos de la Fundación, explica que «estas plantaciones son muy positivas para la fauna, pues proporcionan alimento a los osos en verano, cuando no hay otros frutos energéticos, y son muy importantes en otoño, debido al carácter vecero de robles y hayas».

García también argumenta, como los vecinos, que «el monte de Moal es un claro ejemplo de que es posible sacar rendimiento económico de un monte situado en un espacio protegido de manera compatible con la mejora del hábitat para la fauna salvaje».

Los árboles utilizados en la repoblación proceden del vivero-escuela Río Guadarrama, perteneciente al Organismo Autónomo Parques Nacionales.