Bárcena de Monasterio (Tineo), Pepe RODRÍGUEZ

Las obras de mejora de la carretera AS-219, que discurre entre Bárcena de Monasterio, en Tineo, y Pola de Allande, están completamente paralizadas. La vía, de 26 kilómetros, debería quedarse en poco más de 20 con esta reforma, pues la rebaja prevista era de cinco kilómetros y medio. La financiación, más de 15 millones de euros, corre a cargo de los fondos mineros y las empresas encargadas de llevarla a cabo son Aldesa y Ogensa.

En principio la carretera, que es de vital importancia para la unión de los dos concejos señalados, debería estar finalizada para el verano de 2011, pero observando el grado de ejecución eso va a ser completamente imposible. Desde octubre del año pasado los vecinos vieron como los trabajadores iban disminuyendo en número y, de manera progresiva, los camiones y las grandes máquinas iban desapareciendo de la zona. Hasta hace poco una pequeña pala aún recorría la carretera tapando huecos y baches con grava pero ahora mismo ni eso se observa por la vía, por lo que se teme que la paralización de la obra sea completa. Establecer cualquier horizonte de finalización es, pues, una pura quimera.

El estado que presenta la carretera es horrible. En la mayor parte de los tramos ni siquiera existe el asfalto. Las obras han convertido el paisaje en un paraje abandonado, lleno de excavaciones y tierras amontonadas, con señales provisionales en cada esquina. El riesgo a la hora de circular es evidente, ya que no sólo es que el firme sea tierra sin alisar, sino que la cantidad de baches roza el infinito. Los vecinos no tienen más remedio que llevar sus coches a una velocidad no superior a 20 o 30 kilómetros por hora si no quieren dejarse el chasis en algún salto.

A estos problemas, que no tienen visos de solucionarse en breve y que ha condicionado el nivel de vida de más de medio centenar de personas, hay que sumar que las expropiaciones que se realizaron para llevar a cabo la carretera, ya en el año 2008, aún no han sido pagadas.

La carretera antigua estaba mal, pero la situación actual es aún peor pues los habitantes de los pueblos de la zona han de moverse por una obra inconclusa que ha dejado las comunicaciones practicamente intransitables y, lo que es peor, por tiempo indeterminado.