Navia,

A. M. SERRANO

David Río empezó a recopilar la historia rockera de Navia y comarca y sólo encontró fotos en papel rescatadas tras meses de búsqueda y escasos apuntes. La vida rockera de Noroccidente crecía al mismo ritmo que se olvidaba desde punto de vista documental. En la década de los noventa se consolidaron varios grupos de punk-rock en la comarca. Sus jóvenes integrantes lo único que querían era despegar, coger altos vuelos y ofrecer conciertos lejos de su lugar de origen, «donde fuera con tal de hacer seguidores».

David Río, naviego y de 29 años, decidió en 2007 ponerse a escribir sobre todos esos grupos, que con mayor o menor éxito poblaron de cultura, vida y sobre todo música al Noroccidente durante las tres últimas décadas. Ese año inició tímidas investigaciones y en 2009 logró ya un primer boceto de la obra que presentó públicamente ayer.

El pasado martes pudo ver en las librerías naviegas y también en algunas escogidas de Oviedo y Avilés, un sueño: «Navia Caótica. 30 años de rock en el Noroccidente asturiano». Un libro dedicado a los grupos de la zona, con 570 páginas, casi 200 fotos y un directorio de conjuntos de antaño y actuales con referencias de 170.

Se trata de un trabajo «duro», en boca de David Río, y que refleja la cultura rockera del Noroccidente. «En los últimos 30 años nunca se había hecho nada igual. Ni tan siquiera se ha intentado. Y me daba pena que se perdiera tanta documentación y este espíritu punk-rock del Occidente».

De 1994 a 2001 la calidad e iniciativa de estas agrupaciones musicales dio un cambio. Hasta ahora, los grupos de música de heavy y rock buscaban promoción ajena, en caso de no tenerla «se cansaban». En 1995, dio un vuelco: «Se buscaban la vida para tener seguidores. No sólo hacían música, también su propia promoción. Un esfuerzo que de alguna manera quiero reflejar en este libro, con el que trato de recordar la historia, pero también aquel espíritu».

Así, a partir de 1995, muchos grupos iniciaron su trayectoria. Hasta llegar, por ejemplo, al año pasado, cuando siete del Noroccidente sacaron al mercado su propio disco. David Río, licenciado en Psicología y en la actualidad en paro, tardó dos años en escribir la obra. «Redactaba hasta en el autobús», dice. «Pero el esfuerzo ha merecido la pena», explica.

Este joven naviego, uno de los más implicados en el rock de la zona, asegura que en la actualidad los grupos de Navia, Valdés y Tapia, concejos de donde proceden la mayor parte de las agrupaciones, «viven su mejor momento». Tal vez porque bebieron mucho del espíritu de los noventa, de aquellas iniciativas rockeras. Dentro otra década, tal pueda escribir otro libro. «Ojalá», concluye.