Puerto del Rañadoiro

(Cangas del Narcea),

Pepe RODRÍGUEZ

Las medidas correctoras y compensatorias del impacto ambiental de la obra del túnel del Rañadoiro, estimadas y adjudicadas en 18 millones de euros, no se han llevado a cabo. El Ayuntamiento de Cangas del Narcea ha levantado la voz para expresar su alarma por la situación. Las medidas compensatorias comprendían la restauración de la vieja carretera, mediante el levantamiento del firme y la plantación de arbolado, conservando el trazado de la vía en forma de una pista de tierra para dar servicio a los vecinos que tienen fincas en la zona. Lo único que se ha hecho ha sido cubrir el asfalto con 50 centímetros de tierra y ni siquiera en la totalidad del trazado, pues hay un tramo de un par de kilómetros donde el asfalto sigue a la vista. También se ha instalado una barrera móvil para cortar el paso a los vehículos; los propietarios de fincas pueden levantarla llamando a un teléfono, pero sólo en teoría: nadie lo descuelga.

El proyecto del túnel del Rañadoiro tardó mucho tiempo en salir adelante. El primer problema que debieron afrontar las diferentes administraciones, los ayuntamientos de Degaña y de Cangas del Narcea y el Gobierno del Principado de Asturias fue la diferencia de cota entre los extremos del túnel. Pero el más importante de todos ellos tuvo que ver con el impacto ambiental.

El puerto del Rañadoiro está enclavado en los límites de la reserva natural integral de Muniellos, en el corazón del parque natural y la reserva de la Biosfera de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Esta es una zona de gran importancia para la población osera cantábrica, como lugar de paso y de alimentación, por lo que incluso los viaductos que se planficaron para el nuevo trazado de la carretera tenían la obligación de ser lo más permeables posible a la fauna autóctona.

Debido a esta situación los trámites para la aprobación de la construcción del túnel del Rañadoiro fueron largos, duros y enfrentaron entre sí a ecologistas, vecinos, políticos y asociaciones de toda índole.

Finalmente, Europa dió el visto bueno a la obra, con la condición inexcusable de la inversión de 18 millones de euros para que la zona, la antigua carretera y sus alrededores quedasen perfectamente integrados en el medio natural para no perturbar la vida ni el equilibrio de la fauna y la flora del Rañadoiro.

El Ayuntamiento de Cangas del Narcea se muestra escandalizado de que esos 18 millones se hayan invertido solo en la capa de tierra vertida sobre la antigua calzada y ha exigido al Gobierno del Principado que ofrezca alguna explicación de lo que está pasando y que aclare si los trabajos de restauración van a continuar (nadie trabaja actualmente en ellos) o, en caso contrario, qué ha sido del dinero que se destinó para ejecutarlos.

El gobierno cangués también ha mostrado su extrañeza por la insitencia oficial en que la obra costó 41 millones de euros, pues repasando los datos que aparecen en el «Boletín Oficial del Principado de Asturias» (BOPA) esa afirmación no se sostiene.

Las partidas que aparecen en el «BOPA» referidas a la carretera del túnel del Rañadoiro son dos: adjudicación de la obra, por valor de 30.516.561,17 euros, en fecha 30 de julio del año 2007, y adjudicación de las obras complementarias, por la cantidad de 2.097.222,46 euros, el día 11 de mayo del 2010. La suma da como resultado una cifra superior a los 32,5 millones de euros, muy lejos de los 41 millones de los que se ha hablado siempre oficialmente y que fueron los que se acordaron con los Fondos Mineros, dado que fue el Instituto del Carbón el que financió la obra.