Navia, A. M. SERRANO

La plantilla de la planta de Ence en Navia acordó ayer durante la última jornada de huelga no hacer trabajos especiales ni horas extra hasta que exista un principio de acuerdo con la empresa. Unos doscientos trabajadores se concentraron a las puertas de la planta, en la segunda jornada de huelga, para pedir a la compañía «mejor clima laboral», el fin a la que consideran una política continuada de reducción de plantilla y una lectura del convenio colectivo «más cercana a la realidad».

La plantilla de Ence-Navia convocó la primera protesta contra la dirección el pasado marzo. Entonces criticaron el clima que se respiraba en la empresa e incluso llegaron a insinuar que existían casos de acoso laboral. La compañía envió un propuesta para salvar las diferencias con el comité de empresa y evitar las movilizaciones, pero no contenía los cambios suficientes para la asamblea de trabajadores, que decidió ir a la huelga. La compañía rechazó ayer hacer declaraciones.

El presidente del comité, Eduardo Díaz, invitó ayer a la empresa a reflexionar sobre el gran seguimiento de la huelga. En la segunda jornada de parón, sólo acudieron a trabajar los servicios mínimos, además de la dirección empresarial. Los trabajadores de Ence-Navia contaron la entrada a la fábrica y trataron de evitar la salida de vehículos del interior. El comité insistió ayer en que la empresa «incumple el convenio y las actas y los acuerdos firmados y también la valoración de puestos de trabajo», razón por la que podrían continuar con las movilizaciones.

En sus protestas, están respaldados por los trabajadores de las otras dos fábricas de Ence en España: Pontevedra y Huelva. En Andalucía, los empleados de la planta escenificaron ayer su apoyo las protestas naviegas con una concentración. Por su parte, el comité de empresa de Ence-Pontevedra se desplazó anteayer a Navia y participó en la concentración a las puertas de la planta de celulosa.

La fábrica de Ence en Navia es una de las industrias más importantes de la comarca, junto a Reny Picot y los astilleros (Gondán y Armón), entre otras. Da trabajo a unos 300 personas y tiene un gran efecto arrastre en el empleo de la comarca, por la contratación de empresas de la zona como proveedores.