Catedrática de Genética de la Universidad de Oviedo

Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

La Catedrática de Genética de la Universidad de Oviedo, Eva García Vázquez, presentó ayer en Cangas del Narcea el estudio «Características genéticas de la trucha común de la cuenca alta del Narcea y del centro de alevinaje de Villajur», encargado por la asociación de pescadores «Fuentes del Narcea».

-¿Cómo surgió la idea de realizar este estudio?

-Fue algo muy sorprendente. Los responsables de la asociación (por «Fuentes del Narcea») se pusieron en contacto conmigo, a título particular para llevarlo a cabo. No tenían más financiación que sus fondos propios. Me pareció algo precioso, algo que no me había pasado nunca. Es llamativo que alguien, de forma privada, quiera investigar algo y, encima, de su propia zona. Aunque el dinero no podía ni acercarse a lo que se necesitaba no pude decirles que no y empezamos con algo muy pequeño, estudiando las truchas que tenían en su estación de alevinaje (Villajur)

-Pero eso creció, ¿verdad?

-Sí, consiguieron financiación del Ayuntamiento y el proyecto pudo ir creciendo desde ese embrión inicial y acabamos estudiando la diversidad genética de las truchas que hay en todo el alto Narcea, casi desde el embalse de Pilotuerto hasta Monasterio de Hermo, contando los afluentes

-¿Y la conclusión?

-La población de truchas del alto Narcea es única, está en un estado de conservación excelente y su diversidad genética se pone de ejemplo en toda Europa. La riqueza que hemos encontrado es impresionante, inimaginable.

-¿En qué sentido?

-Se trata de una población ancestral, que conserva las diversidad genética de las truchas anteriores a las glaciaciones. Su fortaleza es tal que todas las poblaciones, de cualquier afluente o zona tienen puntos en común entre sí, pero mantienen su pureza y diferenciación. Es algo que nos impresionó a lo largo del estudio y que hemos querido compartir con expertos europeos

-¿Opinan lo mismo estos expertos?

-Totalmente. De hecho, este trabajo se ha incluido en la tesis doctoral de José Luis Hórreo y ha obtenido un sobresaliente cum laude y el título doctoral europeo de las tesis. En conjunto, se ha pedido a la Unión Europea financiación para traer al alto Narcea a estudiantes de toda Europa, estudiantes de biodiversidad, para que vean esta zona como el ejemplo que es. Si se aprueba vendrán a Cangas, a estudiar esta población de truchas, gente de toda Europa.

-Suena bien.

-Lo es. Hemos visitado la zona con otros expertos, el pasado febrero, y se quedaron anonadados con la conservación, el mimo, el entorno. Ojo, hablo siempre de calidad, no de cantidad, porque estoy hablando de diversidad genética y no de que haya más o menos truchas en el río.

-Para aumentar esa cantidad, ¿que opina de las repoblaciones?

-Por todo lo que le he contado, repoblar con trucha que no sea autóctona es un sinsentido. Seguramente, los nuevos alevines sólo servirían como alimento de las trucha que hay porque, al ser tan potentes, se defenderían. Además, con esta pureza y riqueza genética, la especie está muy preparada para salir adelante ante cualquier crisis. Si se estima que hay que repoblar, que sea siempre con truchas de la zona.

-¿Cómo se trata de hacer con el centro de alevinaje de Villajur?

-Al menos cuando yo lo vi, antes del envenenamiento, las truchas estaban por el prao y eran de la zona, puramente, así que sí, puede decirse que sí.

-¿Puede acabar la pesca con esta riqueza?

-El hombre lleva pescando desde el Paleolítico. No, mientras sólo afecte al sobrante del río, la pesca no perjudica.