Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

«Concha es como esos cometas que dicen los astrólogos, que pasa ahora y no vuelve a pasar en miles de años, y dices "ese ya no lo veo yo". Pues no vamos a ver otra Concha, que os quede claro a todos. Es irrepetible». Ambás, el popular estudioso de la música y la cultura asturianas, definía de esta forma a Concha de Trasmonte, una de las figuras más importantes del folclore asturiano, que recibió el homenaje del Ayuntamiento de Cangas del Narcea. Frente a más de un centenar de sus amigos y vecinos, Concha descubrió la placa que da su nombre al aula de música tradicional de Cangas.

Fue una tarde muy emocionante que se cubrió de lágrimas en más de una ocasión. Esta mujer, Concepción Rodríguez Suárez, comenzó a tocar el pandeiro desde pequeña, aprendiendo de su madre, Faustina. Acompañó a sus sones con su voz, única e irrepetible a tenor de los especialistas. Desde su casa en Trasmonte, y con su marido José (fallecido hace siete meses, y que fue nombrado y homenajeado en incontables ocasiones en el acto), recibió a cuantos pasaron por allí tratando de conservar la pureza del folclore de la zona, del que Concha es fiel custodio.

La protagonista estaba visiblemente emocionada. «No teníamos otra cosa para el baile que los pandeiros y la voz», confiesa Concha.

La nieta de Concha también tomo la palabra para decirle: «Eres la doctora honoris causa de la vida», lo que, evidentemente, emocionó aún más a la homenajeada.