San Tirso de Abres,

T. CASCUDO

«Gozo más que un berberecho». Lo dice Ramiro Miranda, artesano cesteiro e integrante del Grupo de portadores de la tradición oral de la asociación cultural «San Tirso del Eo». Ayer celebraron en San Tirso de Abres la séptima edición de su encuentro anual, una cita especial en la que se dedican a recrear los oficios y tradiciones de la comarca.

No sólo el oficio de cesteiro, sino también el de zapatero, costurera, carpintero, tratante, campanero, serrador... y así hasta 14 trabajos y casi una decena de costumbres, como las de crabuñar, hilar, estraperlar y hacer jabón estuvieron presentes en el área recreativa junto al río Eo. «Esto no se debe olvidar y, sobre todo, los jóvenes deberían aprender a hacer muchas cosas que se van a perder», comentaba una de las hilanderas.

Como bien aclara el presidente del colectivo, Ángel Prieto, los portadores no son actores, sino personas de la vida real que colaboran activamente para mantener viva la memoria de antaño: «No se trata de una representación teatral, ni de un mercado tradicional. Son personas que tuvieron ese oficio que ahora enseñan o que vivieron determinadas costumbres y tradiciones. Con ellos se puede hablar e intercambiar opiniones».

De hecho, si algo les gusta a los portadores es hablar con la gente y explicarles cómo fue su vida y la de tantos otros de su generación. Es el caso del zapatero santirseño Manuel López, quien ayer relataba cómo aprendió el oficio de su padre. López aclara que le encanta participar en las muestras de oficios: «Gozo con ello, porque después de pasar tantos años haciendo calzado esto empezó a perder salida y ahora puedo recordarlo», explica. Con esa idea coincide el cesteiro Ramiro Miranda, que aún sigue en activo y disfruta participando en las muestras: «Me permiten ver mundo y relacionarme con otra gente».

Y es que el grupo de portadores tiene una ajetreada agenda que los lleva a recorrer buena parte de la geografía asturiana y de comunidades vecinas. La escuela es uno de sus escenarios favoritos y calculan que más de 1.400 niños han visto sus recreaciones.

El presidente del colectivo hizo especial hincapié en que los portadores santirseños son la última generación de hombres y mujeres que desempeñan oficios en peligro de extinción. «Están escribiendo el libro de la historia reciente de la Asturias rural más occidental y no me cansaré nunca de alabar la labor que están haciendo», indicó. También tuvo unas palabras emotivas para Federico Cotarelo, más conocido como «Fico de Mancarey», quien falleció recientemente.

«Cada año, la naturaleza se lleva a alguien y esta vez le tocó a Fico. Este año no hemos incluído la muestra de ferreiros y eso quiere decir que ya no quedan muchos. Fico era un entusiasta y uno de los últimos ferreiros de mazo de la comarca», precisó.