Cartavio (Coaña),

T. CASCUDO

La localidad coañesa de Cartavio ha superado con buenas críticas el primer fin de semana sin carril de adelantamiento en la N-634 en sentido a Oviedo. El Ministerio de Fomento lo suprimió el pasado viernes, creando en su lugar media docena de carriles de espera para incorporarse y salir de la nacional. La mayoría de los conductores consideran que con esta actuación se reduce de forma notable la peligrosidad de este punto.

La solución adoptada llega tras las críticas del Ayuntamiento de Coaña a la opción que inicialmente eligió Fomento de prohibir los giros a la izquierda. El caso es que la intervención en este tramo de nacional se produce tras los últimos accidentes registrados, que además de daños materiales registraron víctimas, caso de la vecina de Loza fallecida a mediados de abril.

El alcalde coañés, Salvador Méndez, se muestra satisfecho por la actuación que permite mejorar la seguridad vial de los diferentes núcleos ubicados a uno y otro lado del carril. Dice Méndez que con la supresión del carril de aceleración los conductores se verán obligados a respetar el límite de circular a setenta kilómetros por hora. «El espacio está bien aprovechado y bien señalizado», zanja.

Coincide con él el camionero naviego José Luis Anes, quien dice que la solución debió llegar antes. «Era lo lógico. Es más seguro para todos», precisa. También aprueba la medida Carlos Fernández: «Además de dar más seguridad a los giros se conseguirá que la gente respete el límite. El carril sólo servía para que te pillase el radar porque con cualquier adelantamiento sobrepasabas el límite de setenta».

En la misma línea se expresa el vecino de Loza Javier Pérez, quien no cree que la nueva señalización vaya a entorpecer el tráfico: «Si respetabas el límite antes, no se notan diferencias». No obstante, cree que hace falta un periodo de adaptación, ya que al principio los nuevos carriles pueden ser «un poco liosos». Entre los menos satisfechos está el camionero Domingo Rico, quien considera que la desaparición del carril rápido «fastidia» a los conductores que realizan trayectos más largos y que prácticamente se han quedado sin zonas para adelantar.