La osa «Lara» pasará, al menos, otros 15 días en el Centro de Recuperación de Fauna que el Principado tiene en Sobrescobio debido a que dos de sus cuatro heridas no han cicatrizado, por lo cual los expertos aconsejan que permanezca bajo tratamiento antibiótico. El examen veterinario al que fue sometido el animal ayer por la mañana aconsejó suspender el operativo de suelta que se había previsto para la tarde, en el monte del Rañadoiro, en las inmediaciones del pueblo de Larón, en Cangas del Narcea, el mismo lugar donde la osa fue hallada, herida, el pasado 7 de abril. Varios miembros de la guardería del Principado y agentes de la Guardia Civil estuvieron en la tarde del miércoles inspeccionando la zona.

Los veterinarios han optado por retener al menos otros 15 días a «Lara» porque las heridas que no se han curado correrían grave riesgo de infección si el animal retornase ahora a la naturaleza en ese estado.

Por lo demás, la osa se encuentra en buen estado. Ha ganado 16,5 kilos desde su llegada al centro (ahora pesa 42,5) y todo hace pensar que podrá ser reintegrada pronto a la naturaleza y que su readaptación será satisfactoria. Dentro de 15 días, una vez finalice el tratamiento antibiótico, «Lara» será sometida a un nuevo examen veterinario y, si el resultado es el esperado, es decir si las heridas se han cerrado bien, estará lista para volver al monte.

Aunque no se ha realizado ninguna comunicación oficial al respecto, han trascendido discrepancias con respecto al lugar ideal para que la osa vuelva a la naturaleza; además del sitio exacto donde fue encontrada, en el monte del Rañadoiro, en los alrededores de la reserva natural integral de Muniellos, se están barajando otras dos localizaciones, una de ellas en la subpoblación oriental, la más débil, con muy pocos ejemplares y una marcada escasez de hembras reproductoras.

A este respecto, la exploración veterinaria a la que fue sometida «Lara» tras su rescate permitió comprobar que su aparato génito-urinario no se vio afectado por las heridas y se encuentra en perfectas condiciones, por lo que, según el equipo de especialistas que la atiende, no debería tener ningún problema para aparearse y ser madre cuando alcance la madurez sexual.

La osa fue trasladada el pasado 7 de abril desde Larón a una clínica veterinaria en Oviedo para tratarle la enorme herida que tenía en un costado por el ataque de otro animal. Los veterinarios tuvieron que coserle más de cien puntos de sutura y aplicarle un tratamiento para frenar la infección, dado que la osa ya tenía gusanos alojados en la zona de la dentellada. En este tiempo, el animal ha mejorado, ha ganado peso y está fuera de peligro.

Según los expertos, cuanto más tiempo pase «Lara» fuera de su hábitat natural, más difícil será que la operación se resuelva con éxito, dado que podría acostumbrarse a estar en contacto con los humanos, que cuidan de ella y la alimentan.