Tineo,

Pepe RODRÍGUEZ

Ana Pérez firma sus obras como Valdnad, que es un palabra sueca que significa espectro, y cuyo concepto honra con una figura pálida, delgada y plena de elegancia. A sus 25 años, esta tinetense acaba de realizar su segundo desfile de moda y está empeñada en alcanzar su sueño de ser diseñadora de moda.

Fue en Cádiz donde presentó su colección «Electric Sheeps and Broken Dolls», en el marco de la Pasarela South 3632n, dando continuidad a su participación en la Pasarela Cibeles de 2009, en el contexto de desfiles de jóvenes talentos de toda España.

Su coleccion actual está inspirada en la inmortal obra de Ridley Scott «Blade Runner». Se articula en pequeños grupos, a través de una serie de prendas a medio camino entre lo tradicional y lo tecnológico, aunque con una tecnología un tanto obsoleta. Los tejidos naturales son trabajados con técnicas que modifican su estructura, decorados, e intervenidos tomando como inspiración la artesanía y las tradiciones de los cinco continentes.

Algunas de las prendas tienen un carácter marcadamente pensado para el desfile en sí, como dos camisas con luces que se encienden cuando las modelos se dan la mano, amén de otros elementos eléctricos, luminiscentes o magnéticos. Ana busca, de esta manera, un acercamiento más narrativo, casi una exhibición teatral, a la colección que se completa con algunos guiños al cine negro.

Entre los materiales que Ana usa para plasmar sus ideas están la seda, yute, lana, madera, plumas, caucho, etileno vinil acetato, PVC, nylon, cristal, metacrilato, acero, cobre, LEDs luminosos... todo lo que cae en sus manos, todo lo que le permite desarrollar una imaginación al servicio de su concepto.

Combinar estos materiales no es algo fácil, como se puede deducir. Hay prendas que le han llevado más de cien horas de trabajo, y hay diseños que quedan perfectamente plasmados en papel pero que luego necesitan de mil y una modificaciones en el taller.

Pérez realizó estudios superiores de diseño textil y moda en Vigo y, ahora mismo, aspira a ser elegida para un Master en Londres, a donde se iría en septiembre, para seguir adquiriendo conocimientos.

Para ella no tiene ninguna importancia, de momento, realizar obras comerciales: «No, realmente no me interesa hacer algo comercial en estos momentos. Ahora mismo sólo quiero mostrar mi creatividad, de lo que soy capaz, y volcarme en el espectro experimental de la profesión. Además, los que hacen cosas comerciales ahora mismo tampoco venden».

Sobre su pasao por Cádiz, Ana está satisfecha: «He estado menos nerviosa ahora que en Cibeles, así que la experiencia es muy positiva, muy buena». Para ella la pasarela es «un curriculum. Quiero llegar al Masters de Londres y quiero hacerme un nombre, por eso tengo que usar estas oportunidades para no dejar a nadie indiferente. Sé que es experimental, y no para todo el público, pero creo que demuestro creatividad, y eso es lo que me preocupa».

Donde si parece haber más mercado es en los complementos, «quizás en los bolsos, que también tengo una colección, soy más estándar, no lo se».

Su objetivo, si consigue llegar a Londrés, es estudiar, conocer y ser parte del futuro de la moda, de un aspecto más relacionado con el I+D y la investigación que el mero hecho de diseñar un vestido.