Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

Luis Freijanes tiene un sueño: que se construya un aula de la naturaleza en Cangas del Narcea. Un centro que sirva para estar en contacto con animales salvajes, pero amaestrados, imposibles de ver si no es en zoológicos desnaturalizados. Un sitio que sirva para exponar la riqueza natural que se tiene y, a la vez, la labor que se hace en los criadores con especies de otras zonas. Un lugar que pueda usarse para aplicar los primeros cuidados a animales heridos, como ha pasado recientemente con la osa «Lara», y que los bichos autóctonos no tengan que irse lejos para ser curados y soltados quién sabe donde. En definitiva, un centro para proteger lo que más ama, que son los animales.

Para conseguir su objetivo se ha lanzado a recoger firmas entre los cangueses para poder presentarlas ante el Ayuntamiento y demostrar que existe una inquietud al respecto en la sociedad. «Llevo más de 1.200 firmas y planeo llegar a las 2.000. Una vez que lo consiga iré a ver al alcalde y le expondré mi idea. Estoy convencido de que es algo muy importante para Cangas y para su futuro».

Freijanes tiene 45 años y comenzó a los 16 a adiestrar aves rapaces. Estuvo en Alemania y allí fue aprendiendo las claves, complejas, para tener educados y controlados a animales que son salvajes. Pero era su pasión y siempre tuvo claro lo que quería. A su vuelta se trajo varios de esos ejemplares. «Ahora mismo tengo, aquí conmigo, un águila calva, un mochuelo y un zorro ártico. Creo que es el primer zorro ártico que se puede ver en Asturias». Es extremadamente cuidadoso a la hora de mantener hidratado y a la sombra a este último, pues es la mejor manera de que se pueda adaptar a un clima que no es el suyo.

Freijanes pertenecea a una asociación de defensa de las especies autóctonas y tiene claro una cosa: «los ayuntamientos pueden hacer mucho. Son los que deben empujar proyectos que son buenos para todos. Vuelvo a poner el ejemplo de Lara; esa osa es nuestra, es tan de aquí como cualquiera de nosotros. Fue sacada del monte de Larón y ahora quieren llevarla a un sitio diferente. No se pueden permitir esa clase de cosas, y hay que luchar para que no sucedan».

Este amante de los animales realiza exhibiciones entre los escolares con su zorro, su mochuelo y su águila, da charlas y explica cómo se hace para amaestrarlos y hacerles comer de la palma de la mano. «Es un placer ver a los niños, porque son los más impresionables y se quedan boquiabiertos cuando el zorro va y viene por donde le dices. Lo ideal es que se puedan hacer estas mismas cosas en un entorno pensado especialmente para ello y donde haya suficientes medios para mostrarles la riqueza del medio natural y de la vida salvaje».

Luis Freijanes sabe que lo que pide es algo en lo que buena parte de la sociedad canguesa está de acuerdo, pero también es consciente de que el momento económico no es el mejor y confía en que el actual alcalde de Cangas, José Luis Fontaniella, sepa distinguir lo que es más importante de lo que menos, y lo que puede ser un valor añadido para el futuro del concejo. «La protección de los animales salvajes es obligación de todos, y cuanto antes se los enseñemos a los niños más a fondo se podrá llegar a una concienciación de toda la sociedad. Cangas es un lugar ideal, por nuestro entorno, por Muniellos, para convertirse en un referente nacional en ese sentido».

En cuanto al futuro del propio Luis, tiene un par de sueños por cumplir: «quiero trabajar con un lince y con un oso. Adiestrarlos. Quizás son los dos retos que más ilusión me hacen para el futuro, aunque sé que es difícil».