La Viliella (Cangas del Narcea),

Pepe RODRÍGUEZ

Los grupos ecologistas exigen al Gobierno del Principado que no baje la guardia ante los incendios forestales después de un verano tranquilo en este campo. La quema de unas 40 hectáreas en la reserva natural de Muniellos el pasado fin de semana ha vuelto a poner en alerta a los defensores de la naturaleza, que solicitan mayor limpieza de los caminos y mano dura con los pirómanos.

José Luis García, coordinador de proyectos de la Fundación Oso Pardo, es muy explícito: «Hay que insistir en que, a pesar de que estemos en una dura crisis económica, los recortes no pueden afectar a la prevención de incendios, a la sensibilización en los colegios o a la limpieza de los caminos y los entornos de los pueblos, asunto en el que ponemos el acento una vez más». García quiere recordar al gobierno que, como copropietaria del monte de Larón, al lado del área que se acaba de quemar, su asociación lleva años solicitando la limpieza de sus caminos sin mucho éxito. «Con esa limpieza se consigue controlar los incendios y, además, se da trabajo a la población de la zona, lo que también acabaría con ciertas tensiones». Porque lo que García descarta es que la suelta de la osa «Lara» en la zona haya sido el detonante del incendio provocado, como expresión máxima del malestar de algunos vecinos con la cercanía de los plantígrados. «No, no creemos que se pueda atribuir a eso», sentencia el representante de la Fundación Oso Pardo.

Por su parte, Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecologista Asturiana, pide más dureza con los que queman los montes: «Siempre pedimos mano dura con los pirómanos porque suele ser gente que tienen controlada, pero estamos en un sistema garantista y si no se les pilla con la mano en la masa es muy difícil pillarlos». Para Pontigo este incendio no es nada extraño: «La zona de Cangas del Narcea es de mucho furtivismo y mucha gente incendia en los montes, hay pirómanos reconocidos, por lo que estas cosas suelen pasar todos los años. Es el primer incendio en la zona, después de las lluvias del verano».