Taramundi,

T. CASCUDO

El sector cuchillero de Taramundi funciona pese a la crisis. Lo dicen los datos de facturación de La Cuchillería, empresa participada por el Ayuntamiento que constituye la firma de mayor tamaño de este pujante sector económico taramundés. El ejercicio de 2010 se cerró con una facturación global de 286.789 euros, con sólo 29.465 euros menos de beneficio que en el año anterior.

Pese a que los ingresos son inferiores, el número de navajas y cuchillos producidos ha aumentado. No en vano, se ha pasado de 22.500 cuchillos en 2009 a 23.502 en 2010 y de 16.542 navajas realizadas en 2009 a 18.437 el año pasado. Los resultados indican que el sector goza de buena salud pese a la mala coyuntura económica.

Además, según precisa la administrativa Nieves Bermúdez, en lo que va de año los datos son también positivos. Hasta agosto la firma ha vendido 25.000 euros más de lo que facturó en el mismo periodo del año anterior. El regidor taramundés, Eduardo Lastra, también ha mostrado su satisfacción por la buena marcha de la firma.

La empresa, que tiene pendiente su traslado al nuevo polígono de empresas artesanas construido en el municipio, también ha logrado mantener la plantillla. Ahora mismo trabajan en La Cuchillería ocho personas con contratos indefinidos.

De forma paralela, la entidad trabaja para ofrecer nuevos productos que comercializa a través de la venta a proveedores locales, a negocios de otras zonas -sobre todo de Asturias y Galicia- y también de forma directa en su renovada página web (www.cuchilleriataramundi.com). En los últimos meses han puesto en marcha siete modelos nuevos de navaja y seis de cuchillo. «Lo importante es seguir innovando y rescatando modelos tradicionales que se usaban antaño en el concejo», precisó Quintela.

Entre las novedades figuran dos cuchillos de monte, muy demandados entre los cazadores, y también nuevas navajas como una con incrustraciones de asta y otra chata, es decir sin punta. La navaja, indica Quintela, es el artículo más demandado, sobre todo porque «funciona muy bien como regalo».

Pese a todo, desde el sector siguen llamando la atención sobre la venta ilegal de productos. Explica el encargado de la empresa, Manuel Quintela, que «las personas que se dedican a la venta en negro nos hacen mucho daño». De hecho, las empresas del sector llevan un tiempo estudiando la posibilidad de presentar una demanda por fraude ante Hacienda y la Seguridad Social. El problema no es sólo la pérdida de ingresos, sino el daño a la imagen de calidad de la producción cuchillera del concejo.