Modelo y presidenta de la Fundación Sandra Ibarra

Castropol,

T. CASCUDO

La modelo Sandra Ibarra está pletórica de felicidad. Aunque dice que para lograrlo ha pagado «un peaje muy alto», ahora, y tras superar dos cánceres, por fin ha dejado de «sobrevivir para empezar a vivir». Lo hace de la forma más bonita posible: ayudando a los demás a través de la entidad que preside, la Fundación Sandra Ibarra de solidaridad frente al cáncer. Esta mañana estará en Castropol donde realizará la entrega oficial al hospital de Jarrio del monitor de diagnóstico por imagen adquirido con los fondos recaudados en el II Cross solidario de Figueras. El acto será a las dos de la tarde en el marco de una comida benéfica que se celebrará el restaurante Peñamar y a la que está previsto que asistan alrededor de 150 personas.

-Se puede decir que objetivo cumplido ¿no?

-Esa es la alegría de cuando te planteas un proyecto y luego lo cumples. Haces una carrera y en una mañana, con las inscripciones, consigues los fondos suficientes para comprar el monitor. El orgullo es entregarlo y que todos los ciudadanos que han participado se puedan beneficiar también. Es decir, los fondos parten de los ciudadanos y vuelven a ellos y eso es lo bonito de la historia.

-No hay duda entonces de que habrá una tercera edición de la carrera...

-Ya estamos preparándola. Lo que más cuesta es iniciar los proyectos pero luego lo importante es darles continuidad y seguir planteando objetivos que financiar. Tenemos que conocer las necesidades y ahora que ha habido cambios políticos hay que volver a reunirse con todos y plantear otro objetivo. Pero hay muy buena disposición y creo que ante esto van a responder todos.

-Hace dos años se abrió la sede de la fundación en Asturias ¿Cómo va la aventura asturiana?

-De hecho, la primera carrera de Figueras fue el primer proyecto de la fundación en Asturias. La verdad es que va muy bien, estamos creciendo en proyectos y actividades.

-El apoyo de la gente en tiempos de crisis es fundamental...

-Tiene muchísimo más valor el apoyo de la gente. Pero también es verdad que nosotros nos volcamos en proyectos e iniciativas que se harían igual pero a los que les ponemos el apellido de solidario. Una obra de teatro o un estreno de cine se haría igual, pero si le pones el apellido de solidario está retornando a la sociedad y estás haciendo un proyecto social. Como desde el principio nacimos con fondos privados y sin ningún tipo de ayuda, estamos acostumbrados a currar un montón y buscar fondos donde no los hay. La crisis la notan entidades que vivían de ayudas y estaban más relajadas, pero nosotros que nos hemos tenido que sacar las castañas del fuego desde el principio seguimos igual.

-El objetivo de vencer la enfermedad ¿se está logrando?

-El objetivo es apoyar las dos herramientas que tenemos contra el cáncer, que son investigación y prevención. Investigación porque cuando conozcamos el origen y las causas del cáncer lo podremos curar; y prevención porque los ciudadanos también pueden colaborar en prevenirlos. Cánceres cogidos a tiempo tienen mayor posibilidad de curación. Son las dos herramientas para trabajar y también aspectos como tener una ley antitabaco que se cumpla y que al final haga que la gente deje de fumar, concienciar a la sociedad de buenos hábitos alimenticios, de hacer deporte?No somos conscientes de que con diez euros de unas planchas del pelo se entregan 400.000 euros para la investigación en seis meses o que con unos pañuelos que ha hecho Custo se construyen casas de acogida. Cada uno somos una gota del océano y cada uno es importante, cada gesto de cada persona sumado es muy importante a la hora de cambiar las cosas.

-Sobre la Ley antitabaco, el presidente electo del gobierno, Mariano Rajoy, habló durante la campaña de la posibilidad de suavizarla. ¿Sería un paso atrás?

-Me planto con una pancarta en la Moncloa. Me parecería un atraso y no sé en qué se basa para decir eso, porque el debate no es si molesta o no el tabaco, sino si afecta o no a la salud. Sabemos que sí afecta y está avalado con datos científicos de la Organización Mundial de la Salud. Con la prohibición de fumar, en Estados Unidos se ha reducido el cáncer entre el 30 y el 40 por ciento. El problema es que está mal aplicada la ley porque primero les dicen a los hosteleros que tienen que hacer una obra y desde que la tienen y se han gastado el dinero, resulta que se aplica la ley. Lo que hay que hacer es aplicarla de forma valiente y tajante porque el derecho a la salud es un derecho universal. Las cosas que sí podemos hacer hay que aplicarlas ya. Las personas que trabajamos perdiendo pacientes, perdiendo amigos y familiares y que ponemos cara al cáncer, sabemos que eso que sí lo podemos hacer y te genera una impotencia tremenda que no se haga. Hay que ser coherentes, por eso yo no voy a un médico que fuma y en la fundación no trabaja nadie que lo haga.

-¿Teme nuevos recortes en investigación?

-Ya se ha recortado un quince por ciento la ayuda a la investigación. No sólo eso, sino que existe una fuga de cerebros de grandes investigadores que se marchan fuera y eso no se debería producir. Por ello las entidades privadas debemos de hacer ese esfuerzo de apoyar la investigación.

-¿Cree que hay cosas que deberían quedarse al margen del recorte?

-En salud y educación no debería haber recortes, lo tengo clarísimo. Hay enfermedades que son prioritarias y los pacientes oncológicos no pueden esperar, no hay tiempo. Además, el recorte provocará a la larga más gasto. Es una mala política.

-Tiene una frase muy bonita que dice que con el cáncer las cuentas de la felicidad te cuadran siempre?

-El cáncer te da un plus de vida. Siempre dicen que después de superar un cáncer ves la vida de color de rosa, pero yo veo las cosas igual. Lo que pasa es que yo me levanto por la mañana y pienso que tengo saliva o lágrimas, o me siento rara de que no me duela nada. Cualquier cosa es mejor que estar en el hospital o tener cáncer, con lo cual las cuentas de la felicidad te salen mejor. Quizás soy demasiado positiva pero soy feliz porque tengo salud, amor y trabajo. Suena raro pero tener cáncer te compensa por la capacidad que adquieres de vivir las cosas. Lo vives todos como si fuera la última vez.

-¿Para cuando su autobiografía?

-Se supone que para abril. Voy a ser muy feliz porque cerraré un capítulo de mi vida. Ha sido duro porque para escribirla he tenido que ir ahí, a donde está todo lo que duele.