Vegadeo, A. M. SERRANO

Estar concentrado, tranquilo y tener bien aprendidas las notas de cada carrera. Son algunos de los consejos que se dieron ayer en el primer curso de copilotos de rally organizado en Vegadeo y que pretende acercar este mundo, de una forma más profesional, a los muchos aficionados de la comarca noroccidental. Ayer, una treintena de jóvenes participó en este encuentro, organizado por las dos escuderías veigueñas, una con siete años de actividad y la otra con uno.

Enrique Velasco y Salvador Belzunces fueron dos de los copilotos profesionales que enseñaron a lo largo de todo el día lecciones y teoría sobre el mundo de las carreras. El primero corrió a lo largo de su trayectoria (que inició en el 2000, a los 20 años) en 230 rallies. Para él, el copiloto de una carrera debe tener «habilidades casi innatas, gran capacidad de concentración y vivir la carrera sin miedo».

Los pilotos recorren tramos a más de 200 kilómetros por hora y deben estar preparados para confiar plenamente en quien los acompaña y en su habilidad para cantar las anotaciones de cada tramo. «Tienes que ser fuerte física y mentalmente», explica Belzunces, que inició su carrera en 1980. Ellos son los que se encargan de acompañar al piloto y gestionar todo lo que tiene que ver con la carrera. En ocasiones un rally profesional los obliga a estar muchas horas en el vehículo y por ello deben cuidar la alimentación y la vestimenta.

Noelia Peña fue una de las cuatro mujeres que participaron en este curso que se imparte por primera vez en el occidente asturiano. Ella defiende este deporte de alto riesgo, en el que se implicó siendo una niña. En su caso viajó desde Badajoz para poder estar presente en estas lecciones. Fue una de las pocas aspirantes a copiloto de Vegadeo que no eran de Asturias. «Me aficioné gracias a mi familia y ahora cronometro carreras. Mi aspiración es ser copiloto», afirma esta joven de 27 años. Ella, como el resto de sus compañeros, no tiene miedo a la velocidad y se confiesa una niña que creció «entre las cunetas».

Casi todos los participantes en el encuentro tuvieron su oportunidad de despejar dudas sobre una afición que se estima que en el Occidente une a centenares de personas. Los tres copilotos que participaron en el curso (Enrique Velasco, Miguel Linares y Salvador Belzunces) destacaron las posibilidades del occidente asturiano para organizar rallies. Algo que no es fácil de encontrar. En la comarca son famosos las carreras de Boal, Vegadeo y Luarca, y muchas otras localidades ofrecen la posibilidad de participar en rallies. Sólo en Vegadeo, las dos escuderías reúnen a más de doscientos socios.