San Martín de Lodón

(Belmonte), Sara ARIAS

Solo quedaron en pie las cuatro paredes. Un incendio calcinó ayer por completo una casa en San Martín de Lodón, en Belmonte de Miranda. A las seis de la mañana, un vecino que iba a trabajar alertó del fuego llamando al 112. También despertó a los propietarios de la casa vecina, a tan solo 30 metros de distancia. Fueron ellos quienes comunicaron el suceso a los dueños de la vivienda afectada que, por suerte, no estaban en el interior. El incendio se originó por causas aún desconocidas.

«Fui allí a apagar el fuego yo mismo», afirma Juan Ramón Fernández, el dueño. La casa ha quedado reducida a escombros y todo lo que estaba en el interior está totalmente calcinado. «No hay nada que hacer», lamentba, ayer, resignado. A través de las ventanas y de la puerta de la casa se podían ver algunos objetos, ya inservibles, como una bicicleta, sillas plegables y una vajilla rota en pedazos.

«La Terrona», como se conoce la casa siniestrada, es una vivienda unifamiliar de dos plantas, con unos 60 metros cuadrados de superficie cada una. El fuego quemó el tejado y el segundo piso, que, al calcinarse, se derrumbó. También había llamas en el piso bajo de la casa. El incendio destruyó el balcón de la fachada principal, «una preciosidad», según Andrés Fernández, el vecino que llamó a los dueños.

Los propietarios de la casa afectada se habían ido alrededor de las siete de la tarde del día anterior. «Vienen todos los fines de semana y algunos días por semana», detalla el vecino. El dueño de la casa todavía desconoce qué ha podido ocurrir. «Nosotros estuvimos allí hasta por la noche, no sabemos qué ha podido pasar, no sabemos nada».

El servicio de emergencias movilizó a tres dotaciones de Bomberos con base en Grado, que acudieron al lugar del incidente con dos autobombas. También acudió la Guardia Civil del puesto de Belmonte. Cuando los bomberos llegaron a la casa, ya se había confirmado que no había personas en el interior. Extinguido el fuego a las ocho y media de la mañana, los efectivos comenzaron las labores de ventilación y refrigeración para evitar que las llamas se reavivasen.