Luarca (Valdés), A. M. SERRANO

Para crear un belén llamativo hay que tener paciencia y el don de observar antes muchos otros nacimientos para recabar ideas y también técnica. En Valdés los vecinos y asociaciones se esfuerzan cada año por convertir su particular nacimiento en el ganador del concurso que organiza el Ayuntamiento. Ayer recibieron los reconocimientos en un acto organizado por las concejalías de Cultura y Consumo, y en el que también se entregaron los premios a los mejores escaparates de la villa durante la Navidad.

Joaquín Morilla, ex alcalde del concejo y miembro de la asociación belenista de Oviedo, animó a los participantes a continuar con esta tradición y a hacerlo además con conciencia: «Se puede aprender mucho de cada belén. La disposición de las figuras, el lugar donde se ubica y los materiales utilizados... Todo debe tenerse en cuenta para lograr que un belén, que recuerda el nacimiento de Jesucristo, logre ser llamativo».

La asociación de vecinos de Canero fue una de las entidades premiadas. Empieza a trabajar en su particular belén, instalado en la iglesia, en octubre. El colectivo se encarga de valorar las necesidades de cada propuesta y es un artesano, Humberto García, el que hace a mano toda las «infraestructuras», «es decir, los puentes, las casas, los castillos», explica el presidente del colectivo, José Alejo. Las figuras, se compran.

Fue el párroco de Canero el que promovió esta actividad, que ahora es una tradición, hace más de veinte años. Ellos están acostumbrados a recibir premios y este es uno más. «Todo lo que se recauda, se reinvierte en el belén», indica Alejo. «Nos viene a visitar mucha gente, incluso desde otras comunidades autónomas. Se llevan una gran sorpresa porque corre un río y el nacimiento vive el día y la noche». Con el paso de los años, el nacimiento fue superándose y cada edición son más los colaboradores. Durante dos meses, piensan en la mejor ubicación e incorporan las figuras nuevas.

Talleres Jesús López resultó el primer ganador de la categoría de nacimientos familiares. Todos sus miembros trabajan desde el puente de la Constitución para que el particular nacimiento, con más de un centenar de piezas y que ocupa una superficie de 20 metros cuadrados, tenga el éxito esperado. Como el de Canero, ya ha sido merecedor de otros premios, en buena parte por el tesón y trabajo de toda la familia. En su nacimiento no falta el río y una sutil iluminación. Este año el esfuerzo de la familia ha sido premiado.

También fueron reconocidos los belenes de Miguel García, Ángeles Fernández, la parroquia de Paredes y el colegio José García.