Navia, A. M. SERRANO

Ángela Carrubba no se lo pensó dos veces y emprendió la ruta sin saber muy bien a qué se enfrentaba. El objetivo: rescatar a un perro del olvido (llevaba mes y medio abandonado) en una casa en medio de un monte. Allí, en la aldea de Bullimeiro, «Musgo» -de un año y medio de vida- todavía esperaba a su dueño. Ese que ya no volvería nunca, fallecido en un fatal accidente.

Pero a Ángela Carrubba, presidenta de la asociación protectora de animales Occidente-Astur, no se le pone nada por el medio. Tardó 45 minutos en llegar desde Navia a este pueblo de la zona alta de la Cuenca. A duras penas encontró la casa, que sólo tenía un acceso con una pendiente pronunciada. La resultó imposible recoger al perro sola y casi anocheciendo.

Volvió a casa, sin el can, pero con «Musgo» ya en la cabeza. El perro no dejaba de ladrar y ese recuerdo revolvía su conciencia. Pidió ayuda en Facebook «para un rescate difícil» y antes de que el grupo de voluntarios partiera (el viaje estaba previsto para hoy) un vecino del pueblo llamó: «Tengo a "Musgo"». A Ángela todavía le provoca «respingos», dice, recordar su aventura en medio de un monte, donde «Musgo» fue abandonado por todos aquellos que tras el fatal accidente (su dueño murió por el golpe de una vaca) se acercaron a este pueblo de Villayón, Bullimeiro, a llevarse a la vaca que tenía este hombre solitario.

Este animal sí es productivo y vale dinero, pero Musgo, no produce nada. Es tan solo un animal de compañía. Ahora «Musgo» es feliz y libre, en su casa de acogida hasta que encuentre adopción y una familia que le quiera. De no ser por la labor altruista y desinteresada de esta protectora y de su presidenta, «Musgo» habría muerto casi con toda probabilidad. «Tenía mucha hambre», recuerda Angy, como todo el mundo conoce en Navia y su entorno a esta amante de los animales que en poco más de un año, tras constituir una protectora, ha rescatado del abandono y de una muerte segura -en algunos casos- a 138 perros, 30 gatos, varios conejos enanos y dos tortugas. Todos estos animales tiene ahora nueva familia.

En la actualidad, busca casa para treinta y dos perros, entre ellos «Musgo». Para él desea mucho cariño. Todo el que le faltó abandonado en el monte.