Luarca (Valdés), A. M. S.

En noviembre de 2009 la empresa de origen luarqués Alsa (su nombre es precisamente Autocares Luarca S. A.) decidió cerrar su oficina de la villa por falta de clientes. Poco más de dos años después, prohíbe el acceso de vehículos ajenos a la empresa a un andén con unas características singulares, integrado en el bajo de edificio de viviendas y que comunica dos calles de la capital valdesana. La medida pretende evitar el colapso que generaba la entrada de vehículos particulares en esta calle, lo que impedía en algunos casos que los autocares pudiesen cumplir sus horarios.

Desde que cerraron las oficinas de la famosa empresa luarquesa, no existe una vigilancia continua en la zona de operaciones de los vehículos de pasajeros. Los usuarios tienen que comprar los billetes en el propio autocar y solamente los conductores vigilan el normal funcionamiento de la parada. En los últimos meses, el andén de Alsa era utilizado por vehículos particulares para acceder a la calle que comunica con la avenida principal de la villa, en la zona conocida como La Farola.

El cierre de la oficina generó en 2009 un enfado popular. La empresa se fundó en Luarca, donde se mantuvo abierta la última oficina de la compañía en el Occidente. La falta de clientes y, por ende, de ingresos abocó al cierre de una oficina de expedición de billetes y facturación histórica y que pasó por varias reformas.