Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

«El Ayuntamiento de Cangas del Narcea está al borde de la quiebra técnica y abocado a planteamientos de morosidad sistemática en el pago de sus obligaciones, entre otras, con los proveedores. Las cuentas del año 2010 del gobierno anterior de IU presentan un déficit o remanente de tesorería negativo de 3.442.688 euros. Dichos datos objetivos demuestran una situación insostenible de descontrol y despilfarro económico provocada por el anterior gobierno de IU».

Con estas palabras describe José Luis Fontaniella, alcalde de Cangas del Narcea, el estado actual de las cuentas del Ayuntamiento. El regidor apostilla que esa cifra podría ser aún mayor, pues siguen apareciendo más facturas sin consignación. «Esto es un pufo generado por la irresponsable gestión de IU», señala.

Fontaniella defiende su gestión y lo hace con números: «hemos pasado de una media de gastos mensuales que ascendía a 726.261 euros a una media de 367.519, es decir, el actual equipo de gobierno gasta 358.741 euros menos cada mes que el anterior, según se puede constatar en la Intervención Municipal». El Alcalde de Cangas subraya estos números antes de pedir «comprensión a los vecinos del concejo por las enormes dificultades que supone poner en orden las cuentas públicas, una problemática agudizada por la actual situación de crisis y por la reducción de ingresos. Pero estoy convencido de que con el actual ritmo en la disminución de la deuda municipal que se está llevando a cabo pronto se recuperará la confianza externa en el Ayuntamiento de Cangas del Narcea».

De la misma forma, Fontaniella se defiende de las acusaciones de IU que le señalaban como culpable de la desaparición del centro de mayores de El Reguerón en los presupuestos regionales de 2012 debido a que dudó sobre la idoneidad del terreno elegido para levantar el edificio. «Es evidente que la razón de la suspensión temporal no ha sido que la ubicación del proyecto gustase más o menos al nuevo equipo de gobierno sino que se ha debido a motivos justificados y ajenos al Ayuntamiento. Se tiene que resolver el contrato con la empresa y se debe realizar una nueva adjudicación de la obra», concluye Fontaniella.