Uno se pregunta, señor Marquínez, si su misión va más allá de hacer estadísticas de la pluviosidad en Asturias, porque en principio se le paga, supongo que muy generosamente, para otros cometidos. Uno se pregunta, si más allá de lo ornamentales que resultan los paseos fluviales por poblaciones, se toman medidas para evitar tragedias, las mismas a las que usted se refiere. Uno se pregunta si de verdad se está tomando en serio el cuidado de nuestros ríos. No vivimos en la era, señor Marquínez, en la que todo dependía de los designios del Altísimo. Y, por eso, me parece inadmisible que salga usted a la palestra hablando de la lluvia y del dinero gastado por Confederación en los últimos años, dinero que es de todos, y que habría que explicar que se empleó de manera útil. ¿Está usted al frente de la Confederación hidrográfica, para alarmar y para pedir al personal que se resigne? Seriedad, por favor. Respeto, por dignidad ciudadana.