Pasear por Cangas del Narcea en la mañana de ayer era un ejercicio casi de masoquismo. Ha llegado un punto en el que a los ciudadanos del Suroccidente la palabra «mentira» y la palabra «engaño» les lleva a pensar directamente en los gobernantes que han tenido, tanto a nivel regional como nacional. Mientras el tejido económico de la zona se ha ido deshaciendo de manera tan sutil como un barreno explotando en la tarde del Carmen, se han ido prometiendo obras a cual más grandilocuente y, a la vista está, disparatada. Nos han querido vender un circuito, un parador nacional, una autovía, un parque multiaventura, una conexión con la Meseta, un matadero, un centro para los mayores... Todo mentira, todo inacabado, todo cortado o todo sin empezar. Nada de nada. Como dijo Jerónimo Granda hace casi 20 años, «poned una garita en Javita y otra en Leitariegos y declaraos independientes, porque os están tomando el pelo». Estamos hartos de unos y otros, estamos hartos de todos.