Salas,

Lorena VALDÉS

No sólo vuelve si no que lo hace por partida triple. La empresa gallega de puertas automáticas y escenario del grupo ODL que adquirió por 6.000 euros el campanu del año pasado -un asunto que está en los tribunales, pendientes de decidir si hubo estafa y venta fraudulenta por parte del pescador- pujará este domingo de nuevo para hacerse con el primer salmón de la temporada de Asturias. Además, el escenario en el que se celebrará la subasta será de la compañía, que contará también con un expositor en la feria de Capenastur, que tendrá lugar desde mañana y hasta el domingo en el prado del convento, detrás del monasterio de Cornellana (Salas).

«Para nosotros el campanu del año pasado no tiene ninguna duda y estamos muy orgullosos de haberlo comprado. No existen pruebas de que el ejemplar no fuese pescado en el río Narcea, así que no se puede culpar a nadie de haber cometido un fraude sólo por habladurías» , explica José Castro Dopazo, representante comercial de ODL. Para la empresa el campanu es sinónimo de «publicidad garantizada», por ello todos los vehículos de las 4 empresas que pertenecen al Grupo ODL y que se desplazan por toda España lucen un logo que refrenda que la compañía fue la adjudicataria del ejemplar de 2011.

En esta ocasión, los gallegos tendrán que competir con media docena de pujadores que ya han confirmado su presencia el domingo en Cornellana. Entre ellos, el popular hostelero valdesano Nicolás Parrondo, de Casa Parrondo de Madrid, que compró el campanu de 2010 y 2005 por 10.000 euros y 13.000 euros, respectivamente. El precio récord de venta está establecido en 18.000 euros, la cuantía abonada en 2007 por el restaurante As de Picas, del Casino de Asturias, y el más bajo fue el pagado el año pasado por el polémico ejemplar de 5,8 kilos capturado a cucharilla por Alberto Fernández y cuya procedencia aún no se ha esclarecido en los tribunales.

La empresa gallega aterrizará mañana en Cornellana con un objetivo claro dar a conocer al público las actividades comerciales del grupo en Capenastur y volver a llevarse el campanu a casa.

«A la gente le extrañó el año pasado que quien comprase el campanu no fuese un hostelero, como en ediciones anteriores, pero nosotros que estábamos de paso quisimos apoyar una cita tan emblemática y mereció la pena. Hemos recibido la llamada de muchos clientes por el campanu», reconoce Castro. La empresa del grupo ODL asegura que «irá fuerte a la puja», pero prefiere no dar cifras.