La Espina (Salas),

Lorena VALDÉS

El empeño del Ayuntamiento de Salas de generar energía y empleo a partir de los recursos forestales se acaba de materializar con la aprobación inicial del plan parcial para la instalación de una planta de biomasa en el polígono industrial de El Zarrín, en La Espina, que desarrollará la compañía de origen gallego Renova. Según el Alcalde de Salas, Sergio Hidalgo (Foro Asturias), «la empresa ya cuenta con la autorización medioambiental y la autorización administrativa de Industria para la implantación de esta central de generación eléctrica».

«Renova prevé iniciar la construcción de la planta de15,40 megavatios una vez que el Ministerio de Industria levante la moratoria que acaba de establecer para las energías renovables y la puesta en funcionamiento de la misma tendrá lugar en el plazo de dos años desde esa fecha», explica Hidalgo.

El regidor salense destaca «el impulso que supondrá para la economía del municipio la instalación de esta central, ya que generará alrededor de 150 puestos de trabajo en el concejo, entre directos e indirectos, según las previsiones que maneja la empresa».

La central de La Espina tendrá una capacidad para quemar unas 120.000 toneladas anuales de biomasa y empleará fundamentalmente como combustible restos de corta final, como ramas y otros residuos forestales, que proceden de las explotaciones de esta empresa que operan en el resto de España (Asturias, Galicia y León) y también de cortas de mejora de montes y entresacas. El emplazamiento de esta instalación en el polígono de El Zarrín se debe a que en la zona existe una gran actividad forestal, que genera una importante cantidad de residuos que pueden ser procesados en astillas y utilizados como combustible para la generación de energía eléctrica.

Esta planta se suma al proyecto presentado por Northeolic para la instalación de otra planta de Biomasa en Salas, en el polígono industrial Nonaya-Este que actualmente está en tramitación y que tiene prevista la creación de 60 puestos de trabajo. Northeolic, que promueve el proyecto a través de su filial Biorenova, tiene previsto iniciar el próximo mes de octubre, o a lo sumo en noviembre, la construcción de la central de biomasa, de 10 megavatios de potencia, y que esté operativa en el verano de 2014. La central salense tendrá una capacidad para quemar unas 77.000 toneladas anuales de biomasa.