Villanueva de Oscos,

T. CASCUDO

El violinista lucense Hugo Rodríguez mostró ayer su admiración por el espectacular entorno natural del monasterio de Santa María en Villanueva de Oscos. «Es la primera vez que toco en un sitio así», reconoció en el ensayo general del vía crucis viviente que organiza el Ayuntamiento desde hace doce años. En esta ocasión, la cita se renueva por completo, incluyendo música en directo y trasladando la acción al cenobio.

El violín rompió el silencio de los Oscos sorprendiendo a los vecinos de la pequeña Villanueva. Hugo tocará junto a otros tres músicos de la agrupación «Ensemble de Corda». El repertorio incluirá piezas de música religiosa para acompañar esta representación del calvario y la posterior muerte de Jesús en la cruz.

Otra de las novedades será el actor protagonista. El encargado de dar vida al Jesús de los Oscos será Javier Míguez. Este vecino de San Martín participa desde hace años en el vía crucis, aunque nunca como el personaje central. «Unos años como apóstol, en otra ocasión de Poncio Pilatos, pero nunca de Jesús. La verdad es que me hace ilusión; además, este año va a ser todo nuevo».

Ayer en el primer ensayo sólo estuvo presente Jesús junto a sus doce apóstoles. La mayoría, como José Pastur, ya expertos en esta actividad única en la comarca y que cada año arrastra a cientos de personas a los Oscos.

Está previsto que participen en el vía crucis alrededor de sesenta personas, contando la treintena de colaboradores que representarán al pueblo, los siete soldados romanos, las tres vírgenes, Poncio Pilatos, Barrabás, un ángel y los dos ladrones que acompañarán a Jesús y los doce apóstoles. La representación comenzará pasadas las siete y media junto a la iglesia de Villanueva. El público podrá seguir a los actores de cerca para no perderse nada de la acción.

El Alcalde, José Antonio González Braña, ejerció ayer de coordinador de la cita enseñando a los actores cada uno de los nuevos escenarios. A Jesús se le apresará en la conocida como huerta del cura, en la parte trasera del cenobio, y se le juzgará en uno de los balcones del monasterio. El balcón, además, ha sido restaurado para la ocasión y se le ha colocado una barandilla nueva. La crucifixión también renueva escenario y se estrena cruz, de impresionantes dimensiones.

El regidor está convencido de que sorprenderá a los asistentes: «Tenemos presupuestos muy modestos y actores voluntarios pero el Ayuntamiento hace un esfuerzo por mantenerlo. Creo que es algo bonito y emotivo. Espero pero que salga bien y sea impresionante». Este año desde el Consistorio han hecho un esfuerzo por reducir el presupuesto de la cita, que se ha recortado a la mitad.

Así pues, en Villanueva tienen todo a punto para esta celebración, cita obligada para los vecinos y turistas que pasen la Semana Santa en la comarca. Esta iniciativa, que comenzó a organizarse por una idea que propuso un empleado municipal, se ha convertido en tradición en Villanueva de Oscos. Y visto el empeño que ponen los vecinos, será por muchos años.