Salas, Lorena VALDÉS

Tras el permiso concedido hace unas semanas a la planta prevista en el polígono industrial del Zarrín, la consejería de Industria ha aprobado las autorizaciones medioambiental y administrativa para la planta de biomasa que se va a instalar en el polígono industrial salense de Nonaya, concretamente en la parcela de El Quintanal. Las dos centrales de energía renovable generarán conjuntamente, según las estimaciones del gobierno municipal, unos 210 puestos de trabajo.

El Alcalde de Salas, Sergio Hidalgo (Foro Asturias), avanza que «Biorenova prevé iniciar la construcción de la planta de 10 megavatios una vez que el Ministerio de Industria levante la moratoria que acaba de establecer para las energías renovables y la puesta en funcionamiento de la misma tendrá lugar en el plazo de dos años desde esa fecha». «La planta generará 60 empleos en el concejo, entre directos e indirectos», añade el regidor de Foro.

La planta de El Quintanal tendrá capacidad para quemar unas 77.000 toneladas anuales de biomasa y empleará fundamentalmente como combustible madera en rollo y restos de corta final, como ramas y otros residuos forestales, que proceden de la zona, y también de cortas de mejora de montes y entresacas.

Esta planta se suma al proyecto presentado por la empresa Renova para la instalación de otra planta de biomasa en La Espina, en el polígono industrial de El Zarrín, que prevé la creación de 150 puestos de trabajo.

La central de La Espina podrá quemar unas 120.000 toneladas anuales de biomasa y empleará como combustible restos de corta final, como ramas y otros residuos forestales, que proceden de las explotaciones de esta empresa que operan en el resto de España (Asturias, Galicia y León) y también de cortas de mejora de montes y entresacas.

El emplazamiento de esta instalación en el polígono de El Zarrín se debe a que en la zona existe una gran actividad forestal, que genera una importante cantidad de residuos que pueden ser procesados en astillas y utilizados como combustible para la generación de energía eléctrica. En Salas confían en que los recursos forestales se conviertan en un motor económico para el municipio.