Cangas del Narcea,

María Gutiérrez (1978) empezó a trabajar con el título de Ingeniera de Montes «aún calentito en la mano». Fue en febrero de 2003. Entonces, se inició en la profesión con la administración local, en el Ayuntamiento de Cangas del Narcea. Lo dejó tres años después para dedicarse en exclusiva a la consultoría forestal, primero, y, más tarde, a la elaboración de proyectos forestales y de concentración parcelaria privada, «lo que me hizo darme cuenta en profundidad de la problemática de las zonas rurales». Hoy tiene su propia empresa, dedicada a la formación técnica y medioambiental en esta especialidad, y está involucrada en la asociación «El Monte». Es madre de tres hijos.

-Usted es partidaria de ordenar los montes para poder producir riqueza. ¿Cómo?

-Sabemos que en Asturias hay una gran supeficie que tiene déficit de aprovechamientos. Es decir, está abandonada. Esta superficie se encuentra en la zona occidental y central de la región. En la parte sur sólo hay montes de utilidad pública. Está por determinar (la Consejería no tiene datos concluyentes) cuánta superficie es, pero estamos hablando de una extensión muy importante y su régimen es de propiedad privada. Se llama proindiviso porque pertenece a varios propietarios y no está divivida. Todos tienen una cuota y deben coordinarse para poder gestionar este terreno. La falta de esa coordinación es lo que hace que esté infrautilizado.

-Incluso a pesar de la crisis actual y de la falta de oportunidades laborales...

-Sí. Hay un gran potencial que está desaprovechado, incluso terrenos que están a nombre de personas fallecidas y cuyas escrituras no se han actualizado. Eso implica que alguien que quiere vender no puede porque no se sabe exactamente cuánta superficie le corresponde. Y eso tiene una consecuencia: que se hace un uso indebido de la propiedad. Es decir, tengo sólo la décima parte, pero dejo todo el monte, por ejemplo, para el ganado. Todos estos problemas están unidos y hacen que esos terrenos estén infrautilizados. Y cada pueblo de estas zonas tiene entre 150 y 200 hectáreas de este tipo de propiedad que no es forestal, aunque se llame «de monte», porque puede tener otra utilidad. Por ejemplo, para el cultivo, el ganado e incluso para el turismo.

-¿Qué soluciones se plantean?

-Conviene recordar que hay muros legales para salvar esta situación. Organizar todo esto, sacar provecho común de estas extensiones, conlleva una serie de requisitos legales que en muchos casos los propietarios no son capaces de cumplir porque no hay documentación. Además, hay mucha dejadez por parte de algunos dueños de terrenos porque así ha sido durante décadas. Lo que es de todos, se descuida.

-Para eso nace la asociación de propietarios «El Monte», que usted tutela en parte.

-Desde 2006 trabajo específicamente en los montes proindiviso, por lo que conozco de primera mano su problemática. Una de las herramientas para poder avanzar y que estos territorios sean productivos es la Ley de Montes. Con la creación de órganos de gestión para esos montes, los propietarios tienen una oportunidad para poder aprovechar sus terrenos. La asociación se creó en 2011 y desde finales de ese año la empresa Futureland y yo gestionamos la asociación, para que los propietarios asuman el protagonismo en la gestión de sus territorios. Este colectivo se diferencia de otros en que no son sólo los propietarios los que deciden, sino una junta gestora. Es decir, funcionan como una comunidad de vecinos. Entonces, esa superficie, a través de esta asociación, que tiene a su vez unos Estatutos, puede ser capaz de gestionarse, algo que los propietarios no han sabido hacer hasta ahora para sacar todo el provecho a sus montes. Es decir, si ahora tienes una décima parte, tienes que contar con todos, necesitas el apoyo de la comunidad para sacar adelante un proyecto.

-¿Qué superficie controla este colectivo?

-Estamos identificando el terreno. De momento tenemos 25 montes y 10.000 hectáreas.

-¿Cuáles son las propuestas concretas?

-Estamos buscando promotores o inversores. La superficie forestal tiene muchas posibilidades, incluso turísticas, pero hay que desarrollarlas, invertir en ellas, promoverlas. La asociación apuesta por una gestión multifuncional de los montes, es decir, que puedan convivir diferentes actividades en el tiempo y en el espacio. Por ejemplo, un aprovechamiento ganadero y un proyecto relacionado con la madera.

-¿La vertiente turística se ve más lejana en Asturias?

-Los propietarios de los montes deberían beneficiarse de lo que vende Asturias como destino turístico, de la marca Paraíso Natural porque la «hacen» sus terrenos, sus paisajes. Es posible explotar un monte para recoger setas, crear campos de golf y para el senderismo o la escalada.

-¿Es viable este proyecto a corto plazo en Asturias?

-En otros lugares de España, como Teruel o Soria, se hace desde tiempos inmemoriales. La gente propietaria de superficies forestales y ganado es rica porque explota sus activos. Las reses pastan debajo del pinar. Además, explotan el terreno también para producir setas y para promover el turismo cinegético o el senderismo. En Asturias, eso no es lo habitual, pese a que es una gran oportunidad y un gran reto.

-Habla, de nuevo, de oportunidades en tiempos de crisis económica.

-Sí. Además, para adaptarnos a las nuevas directrices europeas necesitamos madera y en Asturias la tenemos. Este tipo de materiales se utilizará en el futuro para edificios y aprovechamientos como la biomasa. Dentro de ocho años necesitaremos madera y la energía de los montes y deberíamos estar preparados para ello. En Centroeuropa lo están haciendo, están preparándose para este mercado que se avecina. No tendría sentido traer madera de otros lugares de Europa cuando la producimos y la tenemos en España, en Asturias.

-¿Tiene algo de responsabilidad la Administración en este olvido del monte asturiano?

-La Administración tiene el deber y la facultad de aplicar la normativa forestal. De momento, no la aplica en su debida medida. Debemos promover entre todos el desarrollo de los montes en Asturias y hacer que la zona rural tenga oportunidades. Los propietarios tienen que tomar el relevo y promover el cambio.

-¿Es posible cambiar la mentalidad a tan corto plazo?

-Los dueños de estos terrenos tienen que empezar a pensar en el monte asturiano con orgullo, no como si fuera una «paletada», algo sin importancia. En otros lugares incluso se hace un uso medicinal de estos terrenos, se cultiva con fines medicinales. Sería un gran reto y podría generar muchos beneficios para la región.

Familiar y emprendedora

María Gutiérrez nació un 16 de marzo en Puenticiella, un pueblecito de Cangas del Narcea. Asegura que está «empecinada en dar oportunidades a la zona rural». Dedica su tiempo libre a sus hijos y a buscar nuevas líneas de innovación y de negocio. También estudia Psicología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Vive en Cangas del Narcea, aunque sus obligaciones laborales la llevan, por días, a otros lugares. Es directora general de la empresa e-Tecma Learning, con sede en Llanera y en Cangas.