Luarca (Valdés)

Jesús Varela Bellido (Madrid, 1960) se siente asturiano «adoptivo». Economista, fue director general de Políticas y Mercado durante la segunda legislatura de José María Aznar (PP). Él dice no ser político, más bien técnico, y como técnico analiza la realidad del sector pesquero, uno de sus fuertes. Bellido es uno de los ponentes de las jornadas «Valdes-Participa», un foro dirigido por luarqueses expertos en distintas materias y que pretende elaborar un libro blanco con directrices para que el concejo pueda generar empleo y un futuro más amable. Según dice, «solo son esfuerzo saldremos de la crisis».

-Control y planificación. Son las máximas que defiende para el sector pesquero, que no deja de quejarse.

-Soy consciente de que el sector necesita efectos positivos inmediatos, pero eso no va a ser posible sin esfuerzo, sin control, sin planificar a largo plazo.

-¿Qué problemas tiene la pesca?

-El problema fundamental es la gestión del recurso. La capacidad de pesca cada vez es mayor por la tecnología. Se pesca sin controlar las especies, su ciclo reproductivo, y ahora nos encontramos con que no hay peces. A eso hay que añadir otro factor, y es que mientras los precios con los que trabajan los pescadores crecen muy poco, el precio que paga el consumir final del producto cada vez es mayor. Hay un desvío de fondos que no llega al pescador. Los ingresos no son proporcionales y el problema está en la distribución.

-¿Soluciones?

-Hay que trabajar en la acuicultura (técnica del cultivo de especies acuáticas vegetales y animales). Es el futuro del sector pesquero a largo plazo. Las condiciones de la costa Cantábrica no son las mejores para ello, pero a largo plazo, tenemos que producir y pescar de forma sostenible. Lo que hace una década era impensable ahora está más cerca.

-Las cofradías del Occidente tratan de impulsar las llamadas ecoetiquetas para vender el material en mercados europeos.

-Su éxito es dudoso. En Burela tienen esa experiencia. Allí entran cientos de toneladas de merluza fresca procedente de China. Son aviones cargados con mucho pescado y distinguir un producto de calidad es complicado.

-En el Occidente hay tradición en algunas especies. ¿Impulsar su comercialización es una de las posibilidades de crecimiento?

-Esa es una de las líneas. Se debería apostar por la lubina, el percebe, el pulpo...

-Usted dijo en alguna ocasión que «esto se acaba».

-¡Se lleva acabando muchos años! Hasta que no se llegue a a un punto determinado, casi de no retorno, los propios pescadores no son conscientes de ello. Cuando quieran reaccionar, será tarde y no habrá pescado, o no tanto.

-¿Cómo concienciar sobre esta realidad?

-La forma de explotar la pesca no es sostenible y la culpa no es sólo de los pescadores artesanales. Pero, curiosamente, ellos son los que sufren las consecuencias, los que sufren más. Si consiguen que se impongan las limitaciones a todos, a los demás, esto tiene arreglo, porque el recurso es renovable. De eso no hay duda. Lo que ocurre es que necesita un proceso, y esto implica tiempo.

-Ahora estamos en crisis.

-Los patrones de consumo bajan y sólo se mantiene el producto de élite, como el percebe. Pero el consumo masificado no es el mismo que en tiempos de bonanza y los precios se desploman. El sector se resiente, como todos.

-En la Cofradía Nuestra Señora de La Atalaya de Puerto de Vega la comercialización del percebe ha caído un 24 por ciento en el último año.

-Tampoco podemos olvidar que el sector está en crisis en un sentido más amplio. Y me explico. La edad media de los pescadores es cada vez mayor, las familias abandonan la actividad y no hay relevo. Los jóvenes no se quieren dedicar a esto.

-¿Cómo afecta esta coyuntura a Asturias?

-Asturias está peor que otras comunidades porque las alternativas son cada vez menos. Los sectores importantes de la actividad asturiana están en crisis desde hace décadas y no se creó tejido para generar renta, para generar empleo. Lo que tiene Asturias es una composición, como lugar, maravillosa y en este plano entra en juego el turismo. Eso sí, es un sector condicionado a la renta de los viajeros y a las condiciones meteorológicas. Aún así, a largo plazo será una fuente de riqueza muy importante para Asturias. Además, tenemos un turismo de élite.

-Fue usted director general de Políticas y Mercado con el PP. ¿Qué opina de los recortes que ha planteado Mariono Rajoy?

-No soy político (risas).

-Formó parte de un gobierno de José María Aznar.

-En mi campo, le diré que la política pesquera es comunitaria, pero es una cuestión a la vez muy española. Los consumidores fuertes somos nosotros, los españoles, no Europa. Y el peso del sector para Europa es el peso de España, no hay más.

-Mariano Rajoy recorta en Educación y Sanidad.

-Los tiempos son los que son. Durante un tiempo no habrá opción. Viviremos continuos recortes en todo. Lo que ocurre es que los políticos tienen un problema, que no explican bien las cosas. Es mejor decirlo de una vez y decirlo bien, claro. En todo caso, es mejor recortar que hacer lo que se hizo siete años atrás, cuando se decía «¡Viva Cartagena!». Porque alguien va a tener que pagar las facturas. Esto es igual que una familia. Si alguien no paga, será el otro el que tendrá que pagar más adelante. El objetivo del gobierno es recortar. Hasta que no tengamos las cuentas «a pre», como digo yo, no podremos avanzar, generar riqueza, empleo, futuro para los que vienen detrás.

-Luarqués y valdesano de adopción. ¿Cómo ve Luarca y el concejo?

-Se podían haber hecho más cosas en años anteriores, pero bueno... esto es lo que hay. Ahora tenemos que mirar al futuro y saber sacar provecho de todo lo que tiene el concejo. El turismo, lo decía antes, es una gran apuesta y además debemos promover el turismo de calidad. Luarca, la capital de Valdés, fue un destino turístico de primer orden durante muchos años.

Amante de Valdés

Jesús Varela Bellido es el primero de los ponentes del foro «Valdés-Participa», organizado por expertos en distintas materias y con origen o lazos en Luarca. En estas ponencias abiertas al público general se analizarán las realidades de los distintos sectores para elaborar un documento que se dirigirá a los políticos. Varela Bellido abrió las jornadas. La capital valdesana o la Villa Blanca de la Costa Verde es para él «una villa muy importante en mi vida». Sigue apostando por este destino, por Valdés, siempre que puede.