Pravia/ Viavélez,

T. CASCUDO

El montaje del emisario submarino de El Franco ha resultado un éxito y, pese a lo aparatoso de la maniobra, ha pasado prácticamente desapercibido. Sin embargo, el proceso no ha estado exento de riesgo, ya que ha supuesto trasladar por mar un tubo de 800 metros entre el puerto de San Esteban de Pravia y el pueblo franquino de Viavélez. Ambos puntos están separados por unos setenta kilómetros de itinerario por carretera.

El operativo comenzó el martes por la tarde cuando la empresa adjudicataria, la Unión Temporal de Empresas (UTE) OHL y SATO echó al mar dos secciones de tubo, una de aproximadamente 600 metros y otra de 200 metros. El ensamblaje final de ambas estructuras se realizó ya en el mar. Una vez en el agua, un remolcador se encargó de trasladarlo hasta la punta de El Gavioteiro, donde se realizó la conducción subterránea.

El viaje se prolongó durante toda la noche y a primera hora de la mañana comenzó el operativo en la costa. Tras hundir la conducción, dio comienzo la tarea de un equipo de buzos encargados de introducir el tubo en el agujero perforado en tierra durante los últimos meses.

El pasado enero se dieron a conocer algunos de los detalles de este proceso. Inicialmente la empresa adjudicataria pretendió realizar el proceso de ensamblaje de los tubos en la playa coañesa de Foxos, que por su orientación (paralela a la ría de Navia y perpendicular a la línea del horizonte) permitía efectuar la operación de soldadura de los tubos para su posterior traslado por mar. Al final se desechó esta idea y se decidió acometer el proceso en el puerto de San Esteban, que por su longitud también se adaptaba a las necesidades del operativo.

De forma paralela se desarrollaron los trabajos en tierra, donde una máquina perforadora se ocupó de realizar el agujero desde tierra hasta la costa. De los 800 metros que medirá el emisario, 300 estarán bajo tierra y los 500 restantes en el mar.

La regidora franquina, Cecilia Pérez, confirmó ayer a mediodía el buen resultado de la operación y además aseguró que la obra camina a buen ritmo, por lo que será posible tener listo el emisario este mismo año.

El emisario submarino es el lugar por el que se verterán al mar los residuos depurados de las viviendas de la rasa costera. Esta obra, adjudicada en diciembre de 2010, cuenta con un prespuesto de 3.866.755 euros y un plazo de 18 meses.