Vamos y venimos, / nos separamos/ y, a menudo, no volvemos a vernos. Franz Kafka

En su doble papel de autor y personaje, Luis Arias se convierte en su última novela en Lorenzo, profesor y aspirante a escritor de una «novela del yo». Destino azaroso que gira en torno a un objeto, unas gafas de sol cuyo hechizo sobre Lorenzo dan titulo a la obra: de la claridad a la profundidad, de la gozosa a la pudorosa penumbra (ahí está María Zambrano). Un vestido rojo cereza, un libro desgastado de poesía de Pedro Salinas, una piel blanquísima? sumergen a Lorenzo -Luis en su peripecia de amores «épicos y liricos», pesadumbres, dramas y gozos, desgarro y dolor. Santander, La Coruña, Ávila, El Escorial, fondos geográficos que abarcan de Felipe a Felipe, del Austria al de Sevilla, pasando por La Gloriosa, la generación del 98, la Segunda Republica, por reyezuelos y dictadores, por escritores, pensadores y artistas. Novela de amor y desamor, de esperanzas, de trágicas esperanzas.