Trevías (Valdés),

A. M. SERRANO

El Club de Pesca La Socala de Valdés, que cuenta con 400 socios, pondrá en marcha una campaña de captación de socios jóvenes con la que pretende reanimar la afición por la pesca deportiva en el río Esva. Tras constatar en el debate de la última asamblea que este deporte sólo involucra a gente de más de cincuenta años, los socios decidieron lanzar la campaña, que esperan que cuaje en una zona que siempre tuvo una gran tradición en la pesca del salmón y la trucha.

La primera medida será invitar a jóvenes menores de 16 años a los cotos durante la temporada de la trucha. «Es una forma de explicar qué es pescar en el propio río», indica Gil Ramón Rico, presidente de la sociedad de pescadores La Socala. Otra de las iniciativas planteadas es sortear entre los socios lotes de artículos de pesca y un fin de semana de turismo rural con acceso a cotos. Según Gil Ramón Rico, la meta es llegar a involucrar al menos a unos 1.000 socios.

En 2014 el colectivo cumplirá 25 años y para ese año se prepara un programa especial, según el vicepresidente, Emilio Fernández. Se estudia editar una revista e involucrar a todos los socios en actividades distintas de las habituales, como la limpieza de las riberas del río o, al menos, de los accesos a los cotos y los lugares donde trabajan los pescadores.

La asamblea también decidió volver a reunirse en agosto con el fin de preparar su postura de cara a las futuras normativas de pesca. El colectivo tacha «aberrante« la decisión del gobierno regional de Foro de dividir el famoso coto de Piedra Blanca, donde se capturó el pasado domingo el campanu del Esva. Ahora el río tiene tres cotos: Brieves, Piedra Blanca y La Aspa. Según la directiva de La Socala, «en un coto con tanta tradición como Piedra Blanca ahora sólo tenemos un lance».

La sociedad pretende además que la campaña de limpieza del río que comenzó este año se instaure como una costumbre anual. Varios socios participaron en la retirada de maleza, sobre todo de las zonas habituales de pesca. También está pendiente la apertura del llamado Museo de la Pesca. Gil Ramón y Emilio Fernández explican que este edificio tendrá que esperar a 2014. Con la muestra quieren destacar la historia de esta afición en la zona y ser también un punto clave para el desarrollo turístico. En la actualidad, el club recopila fotografías antiguas, algunas de los primeros pescadores de salmones del río Esva y aparejos de pesca que han hecho historia.

El club, que nació en 1989, tuvo su momento más amable en la década de los noventa, cuando logró agrupar a unos 800 socios. En la actualidad sus miembros proceden de toda España y es habitual que algunas familias sólo visiten la zona para pescar. «La pesca atrae a mucha gente y es un filón para el desarrollo turístico», indica Gil Ramón.

En los últimos años, el colectivo también ha participado activamente en las campañas de investigación del salmón. La idea de la directiva es potenciar sus actividades tanto en el ámbito de la afición, como de la historia y la investigación de los ríos de la comarca y, en concreto, el Esva.