Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

Amador Menéndez, investigador del MIT (Instituto de tecnología) de Massachussets, en Estados Unidos, es una persona bien conocida en Cangas del Narcea y, más aún en el Instituto de Enseñanza Secundaria. No en vano es en ese Instituto en el que fue profesor durante seis años y donde comenzó su carrera en el ámbito de la investigación que le ha llevado hasta los Estados Unidos.

Ayer, en su vuelta al que fuera su hogar se convirtió en todo un profeta en su tierra. Menéndez -que realizó una serie de divulgación científica en LA NUEVA ESPAÑA- pronunció una charla ante los alumnos del Instituto para explicarles los diferentes aspectos en los que la nanotecnología puede ser usada y, en concreto, mostró el proyecto en el que está trabajando que puede convertir las ventanas de las casas y pisos en fuentes de energía, gracias a los rayos del sol.

«Una sola hora de sol valdría para cubrir las necesidades de energía de la humanidad durante un año. El problema es que las tecnologías actuales son muy caras y muy poco eficientes. Estamos trabajando en una tecnología capaz de atrapar la luz del sol con una alta eficiencia y a muy bajo coste. De esta manera podrá conseguirse que las viviendas generen la energía que necesiten para funcionar», señaló. Este proyecto partió de una idea del propio Menéndez, por lo que el orgullo en su trabajo es doble.

No obstante, aún se está lejos de que esta tecnología esté disponible de forma general: «En Estados Unidos siempre dicen que todo avance tiene un periodo de desarrollo de unos quince años. En este caso, yo creo que será de unos diez años, por lo avanzados que estamos: en unos diez años las ventanas podrán generar energía y el gasto de las casas será cero».

Amador Menéndez vive a caballo entre Estados Unidos y Asturias. Le ha servido, esta circunstancia, para darse cuenta de las diferencias en materia de gasto en investigación que diferencian a ambos países: «Aquí la economía está muy mal. No es que esté bien en Estados Unidos, pero allí mantienen la filosofía de que en periodo de crisis es cuando más hay que invertir en investigación. Y aquí... pues no, la verdad».

Menéndez se mostró emocionado por volver a Cangas y tuvo palabras de nostalgia y agradecimiento: «Siempre me trataron espléndidamente bien y siempre voy a a acordarme de ello. La gente fue muy amable y lo pase muy bien en todos los años que estuve aquí». El investigador estará en Cangas la semana que viene, de nuevo, participando en Narcenatur.