Castropol, T. CASCUDO

El castropolense Carlos Gómez apunta maneras para la política. Este estudiante de once años sustituyó ayer por unas horas a José Ángel Pérez como Alcalde de Castropol. Desde luego, tiene claras cuáles deben ser las prioridades del municipio como solucionar las deficiencias de las pistas deportivas de Figueras y las del colegio La Paloma, donde estudia. Fueron algunos de los asuntos abordados en el III Pleno infantil.

Esta actividad, en la que participaron alumnos de sexto de Primaria, forma parte de las Jornadas Culturales del colegio castropolense que se cierran hoy. El pleno fue el colofón de varias semanas de trabajo sobre el significado de la democracia, la importancia de las elecciones y el funcionamiento de la vida política municipal.

Por eso, antes de dar comienzo al pleno, el regidor les explicó las normas generales y el sistema de trabajo en el interior del Consistorio. En el turno de preguntas los más pequeños no dudaron en preguntar la razón por la que no se abrían al público las naves de Serrasa o por qué el Ayuntamiento de Ribadeo había dejado de pagar la luz del puente de Los Santos. El Alcalde se divirtió con las ocurrencias de los niños, ya que «suelen traer opiniones frescas que muchas veces llevamos a la práctica».

El primer punto del orden del día fue la necesidad de crear un local social para jóvenes menores de 18 años. Se decidió instalar en Castropol por seis votos a favor. La segunda propuesta fue disponer de juegos en el parque adecuados a niños como ellos, ya que «en los toboganes de ahora nos llegan los pies al suelo», protestaron. El dilema fue dónde hacer la mejora ya que, recordó el aprendiz de alcalde, hay niños en todas partes. Al final, ya que el local social se fue para Castropol, Figueras se quedó la mejora del parque.

Otro de los asuntos fue la necesidad de mejorar los accesos para personas con discapacidad, aunque no hubo acuerdo sobre las zonas en las que se debe actuar.

En cuarto lugar figuró la dotación del colegio con una salida de incendios. Al final se aprobó construir una escalera, aunque Martín Sanjurjo propuso como más barata la instalación de «una barra como la de los bomberos». La necesidad de rebajar los badenes de Figueras fue otro de los temas que salieron adelante por mayoría. Por último los alumnos reclamaron con urgencia la reparación de la pista y las porterías de fútbol de su colegio. El Alcalde -el de verdad- tomó buena nota de todo.