Asturgold y el Fondo para la Protección de la Fauna Salvaje (FAPAS) han suscrito hoy un acuerdo de colaboración por el que esta organización asesorará a la empresa en el proyecto de la mina de oro de Salave en Tapia de Casariego.

El acuerdo ha sido firmado por los presidentes de Asturgold España, Francisco López-Cancio, y del FAPAS, Roberto Hartasánchez, y su entrada en vigor coincidirá con el inicio de las actividades constructivas del aprovechamiento minero y se extenderá hasta la finalización de las mismas, informa la empresa.

El FAPAS asesorará a la empresa minera en el desarrollo de sus actividades en lo referente al ámbito medioambiental, con especial dedicación en lo que se refiere a la preservación y potenciación de los valores medioambientales del área en el que está previsto desarrollar el proyecto minero, atendiendo a valores de biodiversidad.

Entre otras medidas en estudio, el FAPAS prevé la creación de los llamados "nichos ecológicos", destinados a potenciar la preservación y recuperación de especies, así como la creación de manchas vegetales que favorezcan la biodiversidad y minimicen cualquier afección visual de instalaciones.

Este acuerdo es el primero de otros varios que Asturgold está estudiando con diversas organizaciones con el fin de complementar las medidas que se deriven del estudio de impacto ambiental que se encuentra en fase de tramitación.

La voluntad de Asturgold es incidir favorablemente sobre los ecosistemas terrestres, marinos y aéreos, con el fin de mantener y potenciar el área afectada y hacer de ella un espacio "interesante y atractivo" desde el punto de vista medioambiental, cultural, histórico y arqueológico,

Con el acuerdo alcanzado con FAPAS, Asturgold da un paso más en su práctica de sumar aportaciones a la mejora de un proyecto que desde su concepción subterránea aúna apoyos crecientes y que estima que es totalmente compatible con los valores ambientales de la comarca, así como con las actividades económicas tradicionales de al zona.

El FAPAS es una organización no gubernamental con treinta años de experiencia en la lucha por la conservación de los ecosistemas cantábricos de montaña y las diferentes especies de fauna que los habitan, como el oso pardo, las aves carroñeras y el urogallo.

Lo que comenzó como un grupo de amigos intentando proteger una pequeña población de buitres de los Picos de Europa se ha convertido en uno de los principales referentes en la protección de la naturaleza, afincado en Tuñón pero con más de 18.000 colaboradores repartidos por toda España.EFE