Directora del colegio público Jovellanos de Vegadeo

Vegadeo,

T. CASCUDO

Lleva en la enseñanza desde 1978 y este es su quinto curso al frente del colegio público Jovellanos de Vegadeo. María Concepción Lamas dirige este centro construido hace 35 años y en el que se forman 230 escolares al cargo de 22 docentes.

-Primera pregunta obligada: ¿Qué le parecen los recortes que se plantean para Educación?

-Me parece una barbaridad recortar en Educación porque es la manera más segura de desvirtuar la formación de futuras generaciones. Es un paso atrás que repercutirá negativamente en la calidad de la enseñanza. Los recortes condenan a la marginalidad a la escuela pública convirtiéndola en subsidiaria de los centros concertados, además de avanzar en el camino de la privatización del sistema educativo.

-¿Afectarán al Jovellanos?

-En principio no afectarían, ya que los puestos escolares que se nos ofertaron están ajustados a la matrícula prevista. De todos modos, el calendario está pendiente y el miedo a las presiones del gobierno central nos hace pensar en que llegue septiembre y el profesorado que tiene que venir se vea reducido.

-Con este panorama ¿cómo se logra que no cunda el desánimo entre el profesorado?

-Se logra gracias a la profesionalidad de los docentes, que tienen como objetivo prioritario dar al alumnado una enseñanza de calidad. La filosofía del profesorado es que los alumnos están por encima de los recortes y de los ajustes.

-¿Cómo se prepara a los alumnos para salir a un mercado laboral sin apenas salidas?

-Estamos hablando de un centro de Primaria. La visión que nuestro alumnado tiene de lo que supone buscar una salida para el mercado laboral les queda un poco lejos. De todas formas, sí que procuramos hacerles ver la necesidad de recibir una buena educación y, sobre todo, se procura inculcar la cultura del esfuerzo y el trabajo. Procuramos hacer ciudadanos críticos que sepan afrontar y resolver los problemas con los que se van a encontrar.

-¿Notan la crisis en el aula?

-Al ser Vegadeo un concejo encuadrado en la zona rural, la crisis no se nota tanto como en las ciudades, ya que es rara la familia que no tenga abuelos que les ayuden a nivel económico. De todas formas, aunque en las aulas no se nota, sí se empieza a ver que hay familias a las que les cuesta pagar el comedor.

-¿Cuáles son los puntos fuertes del Jovellanos?

-A pesar de la antigüedad del centro, se percibe que tiene unas instalaciones muy bien conservadas. El pintado de aulas, la reparación de goteras, la sustitución de canalones etc. es una constante año tras año. Nuestros puntos fuertes se centran en la mejora de la convivencia, la atención a la diversidad, la implicación de las familias y la alimentación sana y equilibrada en el comedor escolar. De hecho, participamos en el programa «Estrategia NAOS» y nuestros menús se valoran como modelo a seguir por otros centros de Asturias.

-¿En qué necesita mejorar?

-Como centro participante en el proyecto Escuela 2.0, con una buena dotación a nivel tecnológico (aulas con pizarras digitales, ordenadores en las aulas, etc.), tenemos una conexión a Internet bastante deficitaria, lo que nos impide hacer uso de las nuevas tecnologías de una forma más habitual. El profesorado es consciente de que los intereses de nuestro alumnado están más cerca de la era tecnológica que de la enseñanza tradicional. En cuanto al edificio, nos gustaría sustituir todo el ventanal, que es muy antiguo, por otro más moderno que impidiera la pérdida de calor. También pediríamos que nos hiciesen reformas para superar las barreras arquitectónicas. Hay que pensar que la mayoría de las aulas están en el piso superior y no contamos con accesibilidad para posibles casos de discapacidad.

-¿Provocan las nuevas tecnologías problemas en el aula?

-La edad de nuestros alumnos nos permite utilizar las nuevas tecnologías en el aula con fines educativos. Desde el centro se les imparten charlas para que sepan utilizar las redes de forma adecuada.

-¿Cómo es el alumnado?

-No presenta problemas a nivel de conducta, el trato alumno-profesor es muy directo, al igual que con las familias, lo que hace que el ambiente en las aulas sea distendido y favorezca un buen desarrollo del proceso de enseñaza-aprendizaje.

-¿Qué ventajas e inconvenientes tiene un alumno que se forma en un entorno rural?

-Las ventajas superan totalmente a los inconvenientes. Hay que pensar que en el entorno rural, la relación familia-escuela es más cercana y participativa. La escuela no es algo ajeno al alumnado, es más una prolongación de la vida familiar, lo cual favorece el desarrollo personal de los escolares.

-¿El sistema educativo se está adaptando bien a los cambios sociales?

-El sistema educativo trata de adaptarse a la nueva sociedad demasiado deprisa, de alguna manera quieren abordar demasiados cambios que hacen que el profesorado se vea en ocasiones desbordado. Son cambios que exigen un tiempo de formación por parte del profesorado del que a veces no dispone, teniendo que sacrificar parte del tiempo de la vida familiar. A veces son muy cambiantes y cuando el profesorado se está adaptando surgen otros nuevos, por lo que sería conveniente que el sistema educativo hiciese una planificación de la educación en la que la opinión del profesorado tenga más peso.

-¿Sus retos de futuro?

-Pese a los obstáculos que tenemos que superar (aumento de ratio en las aulas, reducción de recursos humanos?) esperamos no caer en el desánimo y continuar desempeñando nuestra labor con ilusión.

Vegadeo,

T. CASCUDO

Pese a que la mayoría de los colegios se quejan de una menor implicación de la familia en la formación de los escolares, el Jovellanos presume de lo contrario. Dice la directora, María Concepción Lamas, que «año tras año su participación e implicación van en aumento». En este sentido asegura que se ha «incrementado notablemente» la asistencia a tutorías, a charlas y otras actividades organizadas desde el centro. Fruto de dicha implicación, el colegio se ha animado a crear su primera Escuela de Padres. En su primer año de andadura la convocatoria resultó un éxito y logró la asistencia de 26 familias.

El colegio, que organizó esta actividad con el apoyo de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, está dispuesto a organizar la segunda edición de la Escuela de Padres. Además planean ofrecer una formación más «a la carta». Es decir, que sean las propias familias las que demanden sus necesidades específicas.

Cuenta Lamas que uno de los principales problemas a los que se enfrentan los padres es «a saber decir que no» a las peticiones de los más pequeños. «Los niños están sobreprotegidos y a muchos padres les cuesta ponerles normas y límites. Son más amigos que padres y por eso deben aprender estrategias para tratar sus rabietas».

El Jovellanos confía en que en el próximo curso se sumen más padres y la idea que tienen en mente es organizar una reunión al mes. La asistencia a las sesiones es siempre libre y gratuita para todos.

Las sesiones con los padres volverán a estar dirigidas por el psicólogo Fernando Lara. En este curso se han abordado temas como el establecimiento de normas y límites, la resolución de problemas y conflictos, la evolución de los hijos y la importancia del desarrollo de la autonomía en la familia.

Explica la directora que la evaluciación de las familias sobre el contenido y el desarrollo de las seis sesiones fue muy positiva. «Nos demandaron que los talleres se realizaran con más frecuencia y que se dividieran por tramos de edad, ya que no son iguales los problemas de los niños de Infantil que los de Primaria». El colegio está dispuesto a cumplir con las peticiones con el firme objetivo de «seguir fomentando las relaciones familia-escuela». Asegura Lamas que para mejorar la educación es fundamental que padres y docentes «rememos en la misma dirección».