Tapia de Casariego,

T. CASCUDO

La asturiana Lucía Martiño y el vasco Borja Agote lograron sendas victorias en el Open internacional de surf que se celebró en Tapia desde el jueves. La entrega, ayer, de premios fue especialmente emotiva, porque contó por sorpresa con Michael Gulley, hijo de Peter Gulley y sobrino de Robert Gulley, los responsables de la implantación del surf en la capital tapiega. A Michael su familia le regaló por su cuadragésimo cumpleaños un viaje al campeonato surfista que cada año rinde tributo a la memoria de su padre.

En esta edición el campeonato tapiego, que ha recuperado la tabla corta, ha gozado de gran nivel. Lo explica el director de competición, Manuel Ruiz: «Hemos tenido a unos 16 surfistas que hacen el circuito europeo, con lo que el nivel ha sido muy bueno. El nivel de participantes ha sido alto y el mar ha estado increíble». Dice Ruiz que aunque la calidad de las olas ha empeorado a lo largo del campeonato, en líneas generales ha estado muy bien. «Tapia ha estado como siempre, a la altura», aseguró este surfista gijonés, que también elogió la labor de los organizadores.

Lucía Martiño compartió podio con Cinthya Borges, Ainhoa Domínguez y Eva Artime. Mientras que Agote hizo lo propio en la categoría masculina con Indar Inanue, Ander Mendiguren y Pablo Gutiérrez. En el acto de entrega de premios estuvieron presentes, además el director de Deportes en funciones, Marcos Niño y el alcalde tapiego, Manuel Jesús González. Los surfistas vencedores se repartieron 6.000 dólares en premios y, además, se llevaron unos originales trofeos tallados en madera por Pepe y Toño Alonso.

Un total de 43 surfistas han seducido durante tres días a los cientos de visitantes que ha recibido Tapia. El campeonato de surf, fiesta de interés turístico, sigue siendo cita clave en la Semana Santa.