Directora del Instituto Galileo Galilei de Navia

Navia,

A. M. SERRANO

Eva González Fernández (Oviedo, 1972) se incorporó al Instituto de Navia hace 12 años. Desde 2010 es la directora del centro. Esta amante de la música (fue cajista de la banda de gaitas «La Reina del Truébano») estudió Ciencias Empresariales y Económicas y una amiga le recomendó opositar. «No entraba en mis planes dedicarme a la enseñanza. Ahora me siento feliz de haber tomado esa decisión».

-La educación pública se enfrenta a un momento difícil por los recortes. ¿Qué opinión tiene?

-La educación es una base fundamental para el desarrollo del país. Los recortes no sólo entorpecen la modernización y el progreso, sino que contribuyen a incrementar las desigualdades sociales y educativas, al reducirse la atención a la diversidad y endurecerse los criterios para la concesión de becas.

-Navia es uno de los concejos con más población del Occidente. ¿Se mantendrá el número de alumnos a largo plazo?

-Es cierto que ha descendido algo la población en los últimos dos años, pero en el occidente de Asturias Navia es uno de los concejos que mantiene más estable su población. Por ello, en los últimos años no sólo hemos mantenido el número de matrículas en torno a las 700, sino que, incluso, se ha incrementado ligeramente, destacando especialmente el alumnado de Formación Profesional. En realidad es uno de los centros con más número de alumnos de Asturias, salvando algunos de la zona centro. En cuanto a cómo evolucionará la situación a largo plazo, es difícil de prever, pero tenemos en la comarca unas bases económicas importantes, tanto en industrias como en servicios.

-La semana pasada se discutía en Cadavedo sobre la situación de la escuela rural. Los profesionales creen que está en peligro. ¿Qué le parece?

-En una sociedad economicista, que pretende el rápido beneficio, se suele considerar poco rentable la escuela rural. Pero debemos hacer un esfuerzo económico a corto plazo para mantener estas escuelas porque es un elemento imprescindible para evitar el despoblamiento de las zonas rurales y para construir un nuevo modelo de desarrollo sostenible y equilibrado.

-¿Cree que hay que plantear nuevos métodos educativos?

-La metodología de la enseñanza debe utilizar los nuevos recursos y medios técnicos disponibles (ordenadores, pizarras digitales interactivas) porque facilitan el proceso de enseñanza-aprendizaje y contribuyen a hacer más activas y entretenidas las clases. Pero el papel del profesor y su capacidad de entusiasmar al alumnado hacia el conocimiento sigue siendo fundamental, ya sea utilizando una metodología más tradicional o recurriendo a otras más modernas.

-¿Qué necesidades tiene el centro?

-Este Instituto lleva varios años procurando modernizar sus medios técnicos para poder ofrecer a la comunidad educativa los mejores recursos posibles. No obstante, a veces encontramos dificultades, algunas de las cuales vamos resolviendo con la colaboración del Ayuntamiento, como la conexión del cableado de fibra óptica al centro, que permitirá una mejor utilización del equipamiento informático y nuevas posibilidades de uso en actividades educativas. Por otra parte, el centro presenta algunas deficiencias estructurales en la construcción que ocasionan problemas de eficiencia energética, pérdidas de calor, diferencias de humedad, defectos en cierres... Es un problema complejo que estamos procurando solucionar.

-¿Y la comarca?

-La crisis económica también afecta al Occidente. No obstante, el impacto ha sido menor que en otras zonas debido a la mayor diversificación de las actividades. Sería conveniente potenciar actividades innovadoras y sostenibles que aporten un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y humanos.

-¿Se necesitan más apoyos?

-Sin duda alguna, aunque, dadas las circunstancias, me conformo con que me mantengan los que tengo en este curso.

-¿Qué cree que no deben olvidar los alumnos?

-Tienen buena memoria, generalmente, y saben cuáles son sus orígenes y no deben olvidarlos. En este centro se publica una revista, «A Curuxa», en la que participan miembros de toda la comunidad educativa y también ex alumnos que rememoran su estancia en el centro o que comparten sus nuevas experiencias en otros lugares con la comunidad educativa del Instituto y con la gente de la comarca. Creo que en el centro se imparten valores como la solidaridad, la igualdad, la colaboración y el esfuerzo, que se deben tener siempre presentes.

-¿Cómo afectará la crisis económica al centro?

-Mucho, desde luego. En lo relativo al ámbito educativo, supongo que habrá que hacer un estudio exhaustivo de qué tipo de actividades profesionales se podrán desarrollar en el futuro. Sin duda alguna, estoy segura de que muchas de las profesiones que existen en la actualidad desaparecerán y en su lugar se crearán otras nuevas. En base a ello, será necesario modificar nuestro sistema educativo para potenciar itinerarios formativos acordes con esas nuevas realidades.

-¿Cree positiva la irrupción de las nuevas tecnologías y las redes sociales en las fórmulas educativas?

-Positiva, necesaria e inevitable. Con respecto a las redes sociales, en los escolares se debe fomentar su uso en positivo, cuando suponen la creación de grupos de personas interesadas en alguna temática común para trabajar de forma conjunta, y tratar de evitar cualquier uso fraudulento que suponga discriminación, rechazo o acoso hacia cualquier miembro de la comunidad educativa.

Navia,

A. M. SERRANO

Con 700 alumnos matriculados y 73 profesores, el Instituto de Navia es el más importante de la comarca. El centro no ha visto caer el número de matrículas y, contra todo pronóstico (se encuentra en una zona rural, donde el trabajo y el número de habitantes van a menos), el nivel se mantiene desde hace años. El edificio donde se da clase se inauguró en 1992 para dar cobertura educativa a los concejos de Navia, Villayón y Coaña. Hasta ese momento no existía un instituto público; la Fundación Manuel Suárez, única alternativa, era de pago.

En la actualidad, el Instituto tiene una amplia oferta educativa que abarca la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), dos modalidades de Bachillerato y ciclos formativos de Auxiliar de Enfermería, Mantenimiento y Servicios a la Producción y Administración y Finanzas, y Ayudante de Oficina. Además, en los últimos años ha hecho una apuesta firme por el bilingüismo, que se practica en los niveles de ESO y de Bachillerato. En esta línea, el centro está inmerso en diferentes proyectos, tales como «Bibliogalilei», «Vial», «Comenius», «Salud» y «Ojalart». En ellos participan profesorado, alumnado y también las familias.

Aparte de mantener el número de matrículas y de su apuesta por la enseñanza de idiomas, la dirección intenta que los alumnos no sólo aprendan conceptos, sino también valores y amor por su entorno. En el centro hay «solidaridad», se trabaja «con esfuerzo y espíritu de colaboración», y se tiene presente el concepto de «igualdad». Los 73 profesores son el motor para que así sea. Desde hace varias semanas, todos los jueves, se ponen una camiseta verde en defensa de la educación y la escuela públicas, ahora que los recortes están aprobados y sobre la mesa del Gobierno central.

Los alumnos han acogido muy bien esta iniciativa y se han sumado, «a su forma», reconoce Eva González. Han hecho y colgado una pancarta en la entrada del centro con la inscripción «Escuela pública: de todos para todos» en grandes letras verdes.

Cada mañana, alumnos y profesores no tienen más remedio que ver este lema que remite a los tiempos en los que vivimos y que, a partir del próximo curso, obligarán a «pelear duro y a organizarse muy bien» para poder ofrecer los mismos servicios que ahora e igual calidad formativa.