Villayón, A. M. SERRANO

Uno de los siete bisontes que estaba previsto introducir en la braña del Zapurrel de Villayón ha muerto en este concejo de la cuenca del Navia después de viajar 1.800 kilómetros desde Holanda, en el marco de un proyecto europeo para recuperar esta especie, en peligro de extinción. Según la necropsia realizada al animal, un macho de tres años, este tenía problemas cardíacos, entre otras complicaciones. Los servicios veterinarios oficiales autorizaron en Holanda el viaje a España y también la anestesia que se le administró para el traslado; además, el bóvido recibió asistencia durante el trayecto. Ya en Villayón, disfrutó de la braña durante un breve espacio de tiempo, aunque no fue soltado en el acto oficial que dio la bienvenida al bisonte europeo a Villayón, en presencia de vecinos y de medios de comunicación. Poco después tuvo que ser retirado de los pastos por su delicado estado.

El centro europeo para la recuperación del bisonte (se estima que hay entre 3.500 y 4.000 ejemplares en todo el mundo) lamentó ayer este suceso, debido a los problemas congénitos del animal. El resto de la manada, dos machos y cuatro hembras, se aclimata «sin problemas» a Villayón. «Se están comiendo los helechos, lo cual quiere decir que van a buscarlos», explica Fernando Morán, director del centro. Los bisontes llegaron el pasado viernes a Villayón desde Holanda. Lo hicieron tras un viaje en el que hubo varias incidencias. De hecho, tardaron 24 horas más de lo previsto en llegar por carretera a la braña, propiedad del marques Javier Navia-Osorio. En Villayón, los bisontes tienen «a su disposición» 1.200 hectáreas de una zona de montaña, donde su adaptación «es casi segura», explica Morán. El terreno está cercado y allí tendrán que aprender a convivir con otras especies, con las que, de momento, se desconoce si se han encontrado.

Mañana se cumplirá una semana de la llegada de los bisontes a la braña del Zapurrel y en seis días «algunas de las relaciones de manada ya han sido establecidas y han funcionado. En ambas localizaciones hay dos machos y uno manda», destaca el especialista. Falta por establecer la hembra líder del Zapurrel, ya que las cuatro son jóvenes.

La llegada de los bisontes ha causado gran expectación en la cuenca del Navia. Villayón se convierte en una de las tres zonas de España, junto al concejo de Siero y el de San Cebrián de Mudá, en Palencia, que alberga a esta especie para fomentar su reproducción. Los ejemplares del Zapurrel son jóvenes, de entre dos años y medio y cuatro, y hasta el próximo verano «no tendremos cría», dice Morán.

El proyecto del centro de conservación del bisonte europeo en España es seguido de cerca por expertos de todo el mundo. A principios de julio se espera la visita de tres especialistas que trabajan en Rusia con el tigre amur y el leopardo. Ellos observarán a los bisontes «asturianos» que viven en semilibertad en «Les Folgueres» (Siero), y en la braña del Zapurrel (Villayón).