Luarca (Valdés),

A. M. SERRANO

Luarca celebrará entre los días 28 y 30 de este mes las jornadas «Calamares de Luarca: ciencia y gastronomía», una nueva iniciativa del Museo del Calamar Gigante, abierto desde 2009 y gestionado por la Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma), que pretende ahondar en el conocimiento de los cefalópodos y poner de relieve su valor culinario.

Las mesas redondas y ponencias contarán con la participación de gastrónomos de reconocido prestigio en Asturias y de personalidades del ámbito científico que investigan sobre cefalópodos. De momento, está confirmada la asistencia de los investigadores Ángel González y Ángel Guerra, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y de Michel André, entre otros. Coincidiendo con las ponencias, el concejo celebrará una jornadas gastronómicas dedicadas a los calamares. Los restaurantes y bares participantes ofrecerán tapas y menús temáticos elaborados con este molusco.

El Museo del Calamar Gigante de Luarca es único en el mundo por el número de calamares gigantes que conserva y exhibe. Concretamente, son nueve los ejemplares que se pueden contemplar en las instalaciones que gestiona Cepesma. El museo también desarrolla numerosas actividades promovidas por la Coordinadora, con sede en La Mata (Valdés), donde se radican su centro de recuperación de fauna y el Parque de la Vida, dedicado al estudio del medio ambiente y de las energías renovables.

La exposición del museo (ubicado en el muelle nuevo) recrea la vida en el fondo marino, analiza cómo afecta la contaminación a las especies marinas y repasa la presencia de los calamares gigantes («Kraken») en la literatura.

Cepesma pretende dar continuidad a las jornadas en los próximos años. Se celebrarán en septiembre, coincidiendo con la campaña de pesca del calamar.

Las posibilidades culinarias de los grandes cefalópodos han generado interés entre los cocineros. El vasco Juan María Azkar se interesó en 2011 por esta cocina. En principio, los calamares gigantes no son aptos para el consumo por el contenido de amoniaco en sus tejidos.