El Arenero (Tineo),

Pepe RODRÍGUEZ

El coto de pesca intensiva de El Arenero, en Tineo, es uno de los lugares más especiales de todo el Suroccidente. No en vano, se ha conseguido recuperar un paraje medio abandonado para convertirlo en un centro idílico para los amantes de la pesca y también en el centro de operaciones de las actividades que, sin descanso, programa la asociación de pescadores «El Banzao», de Tineo. Una de las actividades más emocionantes de todas cuantas llevan a cabo a lo largo del año es la jornada que dedican a trabajar con los discapacitados del centro de Penlés, en Cangas del Narcea. Así lo señala Pablo Osendi, cabeza visible de «El Banzao»: «tenemos mucha suerte de poder vivir esto, de ver cómo estas personas disfrutan de un día de pesca y hacen algo que, en su mayoría no han hecho nunca. De paso, demostramos que la pesca es apta para todo el mundo. Con un poco de suerte estos chicos se aficionarán a la pesca y la tendrán como una de sus aficiones».

La jornada de pesca con discapacitados está incluida en la Semana de la Pesca y el Medio Ambiente que se desarrolla en Tineo. «Estamos muy contentos con cómo nos están saliendo las cosas. Esta semana ya está consolidada y, año a año, conseguimos aumentar las actividades, los participantes y también los voluntarios que nos ayudan». A este respecto, los pescadores de Tineo estuvieron acompañados por sus colegas de la asociación de pescadores «Fuentes del Narcea», inseparables en la mayoría de las iniciativas que organizan.

Román Herrero, de «Fuentes del Narcea», puso sobre la mesa un asunto que le preocupa respecto de la implicación de Cangas del Narcea en estos eventos: «siempre tenemos todo el apoyo que pedimos de la sociedad de Tineo, tanto de colaboradores, como Helvetia seguros, como del Ayuntamiento. Hemos conseguido que a estos chicos los traigan hasta aquí, poder invitarles a comer, así como a sus padres si quisieran, y todo con el apoyo de la gente de Tineo. Echamos un poco de menos a las empresas y la Administración de Cangas en estas actividades».

Susana Llanos, educadora de Penlés, explicó lo que entraña este tipo de jornadas para sus alumnos: «significa poder participar en un deporte al que pueden acceder, algo que no siempre es fácil de conseguir, y estar en un entorno que les permite estar a sus anchas. Todo lo que sean salidas y excursiones les encanta», comenta.

Llanos relató cómo los 12 discapacitados que acudieron al centro de pesca de El Arenero se picaron entre ellos para ver quién sacaba las mayores truchas y quién el mayor número de ellas; «sí que les sale la vena competitiva, sí. Ahora mismo, la única que no pescó nada soy yo. Lo cierto es que todo esto es muy bueno para ellos».

Celia Rodríguez, por ejemplo, se convirtió en una de las protagonistas de la mañana: en apenas media hora fue capaz de sacar cuatro truchas arco iris del agua de El Arenero. «Saqué cuatro hasta ahora y no sabía pescar, yo no había cogido una caña nunca. Me está prestando mucho, pero me dice la gente de aquí que sacando truchas presta a todo el mundo», comentó entre risas Celia, mientras su compañera en la ribera del agua, María Luisa Fernández, juraba en arameo: «a mí no me pica ni una, no soy capaz de pescar nada».

Rubén Fernández también se llevó cuatro capturas en su bolsa tras un rato echando la caña al agua: «me gusta mucho esto, es muy divertido. No había pescado nunca y ahora quiero volver alguna vez. Llevo cuatro de momento, pero a ver si consigo otras cuantas más».

Tras pasar toda la mañana pescando, los discapacitados se sentaron a comer junto con los voluntarios de «El Banzao» y «Fuentes del Narcea» antes de volver a Cangas del Narcea. Ese fue el punto y final de una jornada muy especial que dejó satisfechos tanto a los organizadores como a los invitados.