Entre las cosas que pueden ser infinitas, no sólo está el desprecio que podemos llegar a sentir ante comportamientos deplorables que tanto se prodigan en nuestra vida pública, sino también nuestra indignación. En Salas, últimamente, vamos de rueda de prensa en rueda de prensa, y las falacias se multiplican que es un primor.

Resulta que los socialistas se quejan ahora de la paralización de las obras en los tramos que quedan pendientes en la autovía de «La Espina. ¡Cuánta amnesia, Dios mío, cuánta amnesia! ¿Acaso se borró de su memoria que fue Pepiño Blanco quien paralizó las obras cuando vino a inaugurar el tramo entre Grao y Doriga? ¿Acaso no recuerdan que todos los dirigentes astures del PSOE hablaban «del horizonte de 2009» como fecha de finalización de esta autovía y que, incluso, llegaron a plantear en la campaña de 2007 que tenía que llegar hasta Portugal? ¿Y ahora urgen a que se termine? Cuajo no les falta.

Resulta que algunos dirigentes del PP que vienen a este concejo a dar una rueda de prensa tampoco quieren recordar que cuando se decidió suspender el proyecto de la segunda calzada entre Salas y La Espina algunos de sus líderes hablaron de que se empleasen para ello los fondos mineros, los mismos que su bienamado ministro Soria niega para Asturias. Tampoco se puede decir que estas buenas gentes se sonrojen ante las hemerotecas.

Cosas que pasan en Salas. Mientras tanto, el actual alcalde no termina de desgranar los supuestos episodios de despilfarro del anterior equipo de gobierno, y lo hace a modo de culebrón, por entregas. Pero, hasta donde sé, no está dispuesto a pedir una auditoría externa que, de una vez, sirva para dejar claro el estado de cuentas y hacer política hacia adelante.

El panorama es maravilloso, como ven.

Cosas que pasan en Salas. Año tras año, comprobamos que no se acometen las obras para hacer frente a la ruina que amenaza al monasterio de Cornellana. Lo cierto es que si la villa salmonera contase con el monasterio rehabilitado y con la autovía finalizada en los plazos prometidos, sería pertinente considerar que la decadencia y la despoblación que sufrimos estaría siendo a día de hoy combatida.

Pero, señores, así están las cosas. Políticos que mienten, o que, en todo caso, incurren en aquello que Machado definió como la doble mentira, es decir, en medias verdades, sólo en aquellas que afectan a sus adversarios, mientras que intentan ocultar las propias.

Cosas que pasan en Salas. Las vegas del bajo Narcea, a su paso por este concejo, sin saneamiento. La vega de La Rodriga, en la que se iba a instalar un polígono industrial que sería clave en la prosperidad de la comarca, al decir de los anteriores dirigentes municipales, convertida en escombrera.

Cosas que pasan en Salas. Las obras de la autovía paralizadas desde Doriga. Y el viajero se puede encontrar con semejante panorama al que hay que unir los restos del un viejo proyecto ferroviario que nunca se llevó a cabo. Un estropicio reciente al lado de otro que tiene ya varias décadas.

Y las ruedas de prensa que hubo últimamente nada ponen en marcha. Bueno, sí, la indignación.