Enésimo paseo de un miembro del socialismo astur por el occidente de nuestro maltrecho Paraíso Natural. Esta vez fue el turno del eurodiputado Antonio Masip, reclamando que la autovía de La Espina llegue hasta Ponferrada. ¡Toma ya! Pero, ¿dónde estaba el señor Masip cuando el ínclito José Blanco, a la sazón ministro de Fomento, dijo bien alto y bien claro no ya que la autovía nunca iba a llegar a Ponferrada, sino que ni tan siquiera iba a pasar del pueblo de Doriga? Yo no le oí decir ni mu, oiga. ¿Por qué se partían las manos aplaudiendo los entonces alcaldes y ahora diputados del PSOE que también escenifican su indignación ante la parálisis de las obras en cuestión? Si tuvieran razón los investigadores de la Universidad de Granada y la punta de la nariz se calentara cada vez que mentimos como bellacos, me apunto la primera para instalar un político en mi casa, que lo que me iba a ahorrar en calefacción?