Castropol,

T. CASCUDO

El Club de Vela de Castropol ha dado un paso más en su rechazo a la obra de ampliación de la rampa de varada del puerto castropolense. La entidad, que fue la primera en reclamar la obra y también en denunciar irregularidades en el proyecto en ejecución, acaba de remitir un escrito a la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras en el que enumera una decena de deficiencias en esta actuación desarrollada en plena ría del Eo.

El escrito reclama a la administración que no acepte la obra pues «incurre en graves defectos de seguridad». El club pide al Principado que recapacite y elimine la escollera en la que se asienta la rampa ya que impide el atraque lateral y por tanto «merma los ya escasos servicios» del puerto.

Cabe recordar que el Club de Vela realizó su primera denuncia pública a mediados de diciembre, al constatar que Fomento había optado por sustituir el muro vertical proyectado para asentar la rampa por una escollera que limita la funcionalidad de la infraestructura. Lejos de rectificar, el Principado avaló la actuación, en la que se invierten 94.989,11 euros, y amparó en «condiciones geotécnicas» el cambio del proyecto. «Se ha valorado como más viable adoptar esta nueva solución porque se adecúa mejor al terreno», precisó entonces personal de la administración. Por ello, la entidad pide a la administración el estudio geotécnico en el que se apoyan para justificar la escollera: «No entendemos cómo siendo el mismo lecho marino que el de la antigua rampa construida hace más de 30 años, ahora no es posible realizar esta misma ejecución».

Ante este panorama, el Club de Vela decidió estudiar al detalle el proyecto inicial y compararlo con la obra resultante. El presidente del club, Antonino Esteban Quintana, explica que la obra no se ajusta al proyecto porque se ha sustituido el muro vertical de tres metros de ancho y en hormigón en masa por un vertido de escollera coronado con material granular. Además, la rampa proyectada era de 23,79 metros de largo y la actual tiene tan sólo 21,4 metros. Algo parecido ha ocurrido con la pendiente de la obra, que ha pasado del 19,73% al 23%. Finalmente, la losa superior de la rampa debía tener 25 centímetros de espesor en hormigón armado y ha sido sustituida por una losa de hormigón en masa, cimentada en parte sobre la rampa existente y en parte sobre el material granular situado sobre la escollera. El hecho de que se asiente sobre dos materiales diferentes provocará, según el Club de Vela, la fractura de la losa.

El estudio efectuado por el club -que también ha sido remitido al Ayuntamiento de Castropol para lograr su apoyo- arremete además contra el acabado final de la superficie. A su juicio se trata de un acabado «muy irregular», lo que motivará que se incrusten algas que harán resbaladiza la rampa. La mayor pendiente concedida a la rampa podría suponer también un peligro de deslizamiento para vehículos y remolques. Del mismo modo, encuentran peligroso, especialmente en marea baja, el escalón que ha quedado en la zona final de la rampa.

El club indica que la calidad final de la actuación dista de ser la exigida para una actuación de estas características. Se quejan de que sólo se han colocado tres de las cuatro argollas de amarre que contemplaba el proyecto y una de ellas es de la rampa antigua, por lo que está «parcialmente oxidada». Denuncian además que no se haya reemplazado el noray (poste en el que se aseguran las amarras) existente en la antigua rampa.

El partido Foro Asturias ha presentado una pregunta sobre este asunto en la Junta General del Principado. El diputado Juan Ramón Campo, que ha indicado que el estado actual de ejecución de la obra es «bastante desastroso y chapucero», quiere que el Principado explique si los cambios introducidos en la actuación han modificado el coste de la misma.