El socialista Ignacio Fernández Díez se convirtió ayer en el tercer alcalde de Cudillero en lo que va de mandato. Lo consiguió a pesar de todos los pesares: de no haber concurrido a las elecciones, de haber lidiado con la batalla legal que plantearon sus opositores políticos por ese motivo y, finalmente, tras superar ayer un tumultuoso Pleno en el que las fuerzas de seguridad tuvieron que desalojar a un grupo de vecinos que protestaban por el nombramiento. «¡Corrupto, no nos representas!», gritaban los convocados. «Soy un alcalde legítimo», sentenció el nuevo regidor tras jurar el cargo. Los ocho votos del PSOE fueron más que suficientes para investir al flamante presidente de la Corporación y convertir en inútil el rechazo de los tres ediles del PP y los dos de Foro.

La tirantez de la situación era evidente desde el principio y se presagiaban turbulentas corrientes con la presencia de los agentes de la Guardia Civil, que vigilaban las inmediaciones del Ayuntamiento. Antes de comenzar el Pleno los vecinos, entre los que se encontraban los miembros de «Por la Democracia en Cuideiru», esperaban a entrar pero no pudieron hacerlo hasta cinco minutos antes de iniciarse la sesión. Sin embargo, hacía ya tiempo que el salón se encontraba lleno de afines al PSOE en el concejo, invitados por la Alcaldía y que ocuparon todas las sillas. En primera fila estaban los miembros de la FSA Jesús Gutiérrez y Adriana Lastra y el diputado por el Occidente Marcelino Marcos. Estos dos últimos flanqueaban al nuevo regidor. Con el salón de Plenos lleno, hicieron pasar a los vecinos, que lo hicieron de dos en dos y tuvieron que dar sus datos.

Con todos los actores en el Pleno, los miembros de la plataforma se pintaron la cara de rojo, en señal de vergüenza, y mostraron sus camisetas con el lema: «No nos representas». Todos iban vestidos de luto por la muerte de la democracia, aseguraban. La alcaldesa en funciones, Nuria Álvarez, inició la sesión advirtiéndoles de que serían desalojados del Pleno al tercer aviso. Pero no llegó a haber ni uno. Durante la toma de posesión de Fernández como concejal, los afines al PSOE comenzaron a aplaudir y, pese a que los miembros de la plataforma no levantaron la voz, fueron expulsados del Ayuntamiento. Desde la sala se pudieron escuchar durante toda la sesión los gritos procedentes de la calle: «¡Corrupto!», «¡Sinvergüenza!» o «¡Usurpador!».

La votación para la Alcaldía se realizó a mano alzada, pero antes los portavoces de los grupos se manifestaron. Juan Carragal, de Foro, advirtió de que su grupo continuará con los medios legales de los que disponga para que Fernández sea depuesto. Carragal criticó que el Pleno fuese convocado con dos días de fiesta por delante, que «impiden presentar cualquier acción legal».

Por su parte, Carmen Pérez Rodríguez de la Mata, del PP, subrayó que el pueblo de Cudillero es «víctima de los atropellos, la corrupción e irregularidades del PSOE y la FSA en los últimos 21 años». Aunque se alegró de que «la justicia ha empezado a poner a cada uno en su sitio» (en referencia a Francisco González, ex regidor, al que el juez le ha encausado por el caso de los cobros ilegales a los hosteleros). La portavoz del PSOE, Verónica Vior, mostró el apoyo del partido a Fernández: «Estamos contigo a muerte».

Finalmente, Fernández recogió el bastón de mando que le dio la alcaldesa en funciones. En su discurso sostuvo que es «un alcalde legítimo» porque el PSOE fue el partido más votado. El nuevo regidor afirmó sentirse respaldado por la ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG) y por la sentencia del Tribunal Superior que dio luz verde a su llegada como concejal, tras el recurso presentado por Foro. Fernández comentó que trabajará por el bien de los vecinos de Cudillero y anunció que el sábado, a las once de la mañana, se celebrará el Pleno de organización municipal.

Pese a que los vecinos lo esperaban a las puertas del Ayuntamiento, mientras leían un manifiesto, el nuevo regidor salió por otra puerta. Pese a todo, no pudo escapar de un miembro de la plataforma que lo siguió para ofrecerle un ramo de margaritas, que el Alcalde rechazó. «Por la Democracia en Cuideiru» destacó que el ascenso de Fernández es «un asesinato a sangre fría de la democracia» y que lo único que se consigue es que el ex Alcalde y diputado regional Francisco González siga controlando el municipio.