Villanueva de Oscos,

T. CASCUDO

El regreso a escena de Víctor Frechilla estuvo pasado por agua. Y es que este vecino de Illano recuperó ayer su papel protagonista como Jesús en el Via Crucis viviente que cada Jueves Santo, desde hace más de una década, se celebra en Villanueva de Oscos. La lluvia se empeñó en hacer acto de presencia durante toda la representación, desluciendo el trabajo de los vecinos implicados en esta particular recreación, única en la comarca.

Pese a la intensa lluvia, fueron decenas los visitantes que se acercaron a Villanueva para asistir a esta particular puesta en escena de la Pasión de Cristo según San Marcos. Durante poco menos de una hora, y gracias al relato en voz en off del profesor José Antonio Castrillón, se mostró al público la última cena, la traición de Judas, el arresto de Cristo, su juicio, su muerte en la cruz y su resurrección pasados tres días. El único problema fue el del sonido, que falló e impidió que por momentos se escuchara bien la voz de los actores y el relato.

El Ayuntamiento de Villanueva de Oscos organiza desde hace más de una década este Via Crucis, que cada año logra atraer a más gente. Lo curioso es que la iniciativa nació a propuesta de un empleado municipal, Eduardo Colubi, que planteó al equipo de gobierno organizar una representación similar a la que había visto en el pueblo burgalés de Lerma, de donde era oriunda su mujer. Y lo que surgió como una propuesta diferente y atractiva para la Semana Santa se convirtió en tradición.

Sin duda, parte fundamental de su éxito es la implicación de los vecinos, que participan activamente en esta particular escenificación de la Pasión de Cristo. El año pasado el Ayuntamiento decidió dar un impulso a la cita y planteó un cambio de escenarios para dar más protagonismo al monasterio de Santa María, joya arquitectónica de la localidad y que hasta entonces pasaba desapercibido en la trama. Ahora es punto central de la representación y, de hecho, el juicio a Jesús se realiza en uno de sus balcones.

Entre las novedades incorporadas el año pasado también figura la música en directo, de la mano de un cuarteto de cuerda que contribuyó a dar ambiente a la cita. Este año repitieron.

En esta ocasión el Ayuntamiento mejoró parte de los escenarios y acondicionó a fondo el entorno del monasterio. El regidor, José Antonio González Braña, agradece a los vecinos que autorizaron el uso de sus propiedades para la representación.