Con su habitual manera de hablar a los niños y conseguir que sus palabras trasciendan más allá de su simple significado, el escritor Gonzalo Moure dejó encantados a los alumnos y profesores del colegio público de Belmonte de Miranda. Y no sólo a ellos, también a unos cuantos seguidores de su obra literaria que se dejaron caer por la biblioteca del centro educativo en la capital belmontina, ayer, para disfrutar del encuentro con el autor.

Moure fue recibido por los alumnos como si estuviese en el Sahara, ese lugar al que tantas veces el escritor ha llevado, a través de sus libros, a los hogares de muchos niños y jóvenes. Le prepararon una jaima improvisada, a la que no le faltó detalle: alfombras y arena. Casi como en el desierto.

Después, Moure se presentó a los niños y habló de cómo se convirtió en escritor y cuál fue su motivación para seguir frente a una hoja de papel en blanco. Aunque tampoco hacía falta que el escritor detallase más sobre su vida y obra porque los alumnos se la tenían aprendida. A lo largo de las últimas semanas han preparado durante las clases el encuentro literario con tesón y se han leído algunas de sus obras, sobre las que luego le preguntaron al escritor.

Para terminar, Moure dedicó cada uno de los ejemplares de los alumnos y los niños, para corresponderle, le regalaron un libro sobre el concejo de Belmonte de Miranda, para que les recuerde. Y otro, editado por el colegio, con poesías de los pequeños estudiantes.

Moure ofreció en Belmonte algo más que literatura. Y les mostró a la realidad que se vive día a día en el Sahara.