La fractura no deja de agrandarse entre los socios del gobierno tripartito de Valdés. El edil de Obras, Balbino Suárez (URAS), rechazó ayer dar su voto favorable al presupuesto del concejo en la comisión de Hacienda de ayer, previa al pleno del viernes. El concejal, que se abstuvo en la votación, reclama doblar la partida destinada al mantenimiento de la zona rural para dar su apoyo, imprescindible para sacar adelante las cuentas. El desencuentro de URAS con Foro y PP es patente desde hace meses, en los que el representante de la formación asturianista ha reconocido contactos con el PSOE para impulsar una moción de censura. La tensión es tal que Suárez recibió en el Ayuntamiento, a su nombre, una carta amenazante con un texto referido a la moción y una bala.

Según el proyecto elaborado por el edil de Economía, el popular Carlos Adaucto Iglesias, la inversión real y con cargo a fondos locales, a un lado los compromisos económicos adquiridos con la obra del Cine Goya y la instalación del ascensor del Ayuntamiento, es de 205.000 euros. La mayor parte de esta montante, según Iglesias, se destina a caminos públicos, al mantenimiento de la zona rural y al alumbrado.

Sin embargo, para Balbino Suárez esta cantidad «no es suficiente» y reclama para su concejalía entre 400.000 y 500.000 euros. Según sus cálculos, con los 205.000 euros que ha presupuestado el concejal del PP «no podemos hacer nada porque una parte importante se invierte en la instalación de la bomba de Fornes. Y a esa obra no podemos renunciar», sentencia. La bomba se colocará cerca de uno de los depósitos de la traída para poder ofrecer suministro en caso de avería en la zona alta de la red, en Paladeperre, algo muy habitual. «Lo que nos queda después de esta inversión para la zona rural es ridículo», indica, antes de dar su opinión sobre dónde se debería recortar: «No deberíamos invertir tanto en las fiestas y sí en caminos y obras de interés».

La indecisión de URAS a dos días del Pleno que debe aprobar las pautas económicas del ejercicio ha generado malestar en los demás componentes del gobierno local. No es la primera vez que Balbino Suárez critica las propuestas de sus compañeros de equipo pocos días antes de los plenos, pero hasta ahora nunca votó en contra de una propuesta que pudiera afectar a un planteamiento tan importante para el Ayuntamientco como sus presupuestos.

El concejal de Economía pidió ayer «responsabilidad» al resto de la corporación. Su proyecto prevé 8,2 millones de euros de presupuesto, un 5,7 por ciento menos que el año anterior. Los gastos en el capítulo de Personal siguen llevándose la mitad del prespuesto, pero bajan un seis por ciento con respecto a 2012. Los gastos corrientes, en cambio, suben casi un cinco por ciento. Según el edil de Economía, reducir este capítulo «es una de nuestras prioridades, pero no podemos controlar como quisiéramos las subidas del Índice de Precios al Consumo (IPC) y del Impuesto del Valor Añadido (IVA)».

El concejal de Economía asegura que el presupuesto es «austero», en línea con el anterior, «porque así lo piden los tiempos». Carlos Adaucto Iglesias sostiene que el goberno hace un esfuerzo inversor, pese a que este año no pudieron modificar al alza las ordenanzas fiscales por el rechazo de la oposición. FAC, con cuatro concejales; PP, con tres, y URAS, con uno, gobiernan en minoría. En la oposición se encuentran PSOE e IU con ocho ediles. La Corporación se completa con Noelia Méndez, no adscrita tras abandonar el grupo casquista.