Arnao (Castropol),

A. SERRANO

Arnao dedicó ayer a Almudena Torres, la niña de 13 años fallecida el pasado jueves de leucemia, el cross solidario que sirve para recaudar fondos contra el cáncer. La modelo Sandra Ibarra, presidenta de la fundación organizadora que lleva su nombre, se subió al escenario para dar la bienvenida a los participantes poco antes de las once de la mañana y quiso corregir una frase hecha: «Almudena no perdió la batalla contra el cáncer, la ganó porque luchó».

Arnao (Castropol) celebró con gran éxito la cuarta edición de esta carrera popular. En las pruebas se inscribieron 1.353 personas, con lo que la Fundación que lleva el nombre de la modelo, pareja del periodista Juan Ramón Lucas, cumplió el objetivo propuesto: superar los 1.300 participantes.

Las gemelas Marina y Belén Carrasco, madrileñas y de 39 años, no se perdieron la cita. Veranean en Tapia y les gusta el deporte. «Sabíamos que se celebraba la carrera y nos animamos a venir. Es una gran causa».

Por cada inscripción, la Fundación recauda seis euros (dos si se trata de menores de 14 años). Todo lo recaudado se invertirá en tecnología para la detección precoz del cáncer. Este año se espera rebasar los 12.000 euros, una cantidad que servirá para ampliar el material médico del hospital comarcal de Jarrio. Si se cumplen las previsiones, se comprará un monitor digital de alta definición en color.

El encuentro organizado por la Fundación Sandra Ibarra de solidaridad frente al cáncer reunió a jóvenes y mayores. Lucía Fernández, de Puerto de vega, acudió con su hermana, su marido y sus dos hijas. No es una casualidad que ella decidiera con toda la convicción estar ayer, domingo, en Arnao. Padeció cáncer, esa palabra «difícil» de pronunciar. Hace cinco años conoció el diagnóstico «y hoy en cierta medida sigo luchando». Ir a citas como la que organiza la modelo es positivo porque se siente arropada. Es algo así como pensar que «no estás sola», que hay conciencia social para implicarse con la enfermedad con el fin de evitar muertes precoces y que no falta la solidaridad.

Se cree que a lo largo de los próximos veinte años una de cada tres personas padecerá cáncer en algún momento de su vida. La Fundación trabaja para que se invierta más en investigación y se logre una cura. En el caso de la comarca occidental de Asturias, la entidad solidaria logró adquirir un equipo de microfotografía con las aportaciones del paseo y cross solidario de 2012. Este año, la asistencia y donación de personas como Alberto Suárez Laso, atleta asturiano paralímpico que apoya esta iniciativa, servirán para ampliar el material médico.

Valeria Terrón, de 4 años, participó por primera vez en el paseo. Ella y otros asistentes vestían la camiseta azul con estampa en naranja de la fundación. «Estamos aquí porque merece la pena», señaló su madre, Laura Arias.

A la cita no faltó personal del hospital comarcal de Jarrio, como el director médico, Crisanto Alonso; la empresa Transinsa (acudió Raquel Villa, directora de Recursos Humanos), y el alcalde de Castropol, José Ángel Pérez. Tampoco la directiva de la asociación de mayores «Cristo del Buen Viaje». En ellos, la Fundación tiene los apoyos necesarios para celebrar la cita.

Para el regidor castropolense, la carrera solidaria con Sandra Ibarra es un acto destacado del calendario estival de Castropol. Las pruebas se desarrollaron durante toda la mañana. Por la tarde, el cross coincidió con la jira de Arnao. El paseo está respaldado por firmas comerciales a las que la fundación agradece su trabajo. «Su contribución solidaria, anónima y altruista es imprescindible». Y para que la solidaridad no cese, los interesados en colaborar están a tiempo. La cuenta de la Caja Rural de Figueras con número 3059 0061 32 2576543223 estará disponible los próximos 20 días.

En Castropol, la solidaridad es cada vez mayor. En 2010 participaron en el cross 500 personas; en 2011, unas 1.000; en 2012, 1.200, y ayer, más de 1.300. David Ginzo fue el ganador de la prueba. Corrió siete kilómetros contra el cáncer en 21 minutos y 52 segundos.