Luis Feito recuerda con nitidez la primera vez que escuchó una gaita. Fue en una feria de ganado de San Isidro, en la que un hombre de Cangas del Narcea, ya una persona mayor para aquel niño de ocho años que era Feito, actuaba solo. El gaitero era José García Tejón (1918-1990), más conocido como «Fariñas». «Me preguntó qué me había parecido la actuación y le dije que sonaba triste», recuerda este gaitero de Trevías (Valdés). Fariñas le contestó: «Está triste porque nadie la quiere tocar». Aquellas palabras y aquella nostalgia de «Fariñas» le quedaron grabadas a Luis Feito, fundador de las escuelas municipales de música de Tineo, San Martín de Oscos, Vegadeo, Coaña, Navia y Castropol y alma de la banda naviega «La Reina del Truébano». Ahora prepara un viaje a Santo Domingo para tocar la gaita con otros miembros del colectivo, mientras tiene pendiente una actuación con el prestigioso violinista Ara Malikian. «Parece mentira que tengan que venir de fuera a reconocer lo nuestro», se queja.

Tres años después de aquel encuentro con Fariñas, Feito tendría su primera gaita, «que no sonaba muy bien». Fue un regalo de su abuela. Pese al mal diseño de aquel primer instrumento, Luis Feito no dejó de tocar. Lo hizo con tantas ganas que pronto decidió dedicarse al mundo musical. Estudió Formación Profesional, con especialidad en Electricidad, «pero yo sentía que me faltaba algo». Cuando pudo tener una gaita y tiempo para dedicar a la música, empezó a dar clases por el Occidente. Lo hizo de las formas más precarias que se puedan pensar: en lugares con goteras, en zonas sin apenas alumnos. Pero no se rindió. «Si miro atrás, el pasado fue duro, pero tengo claro que repetiría», asegura.

El pasado agosto, el libanés Ara Malikian ofreció un histórico concierto en la iglesia naviega dentro del festival Horario Icasto. Fue una ocasión única para este gaitero que, a petición del violinista, interpretó dos piezas con la banda del primero. Malikian sentenció que es «un instrumento que empasta bien con el violín». «La gaita es un instrumento más y le debemos mucho», dice Feito. Ahora está organizada una actuación de este gaitero con Malikian en el teatro Español de Madrid.

Entre tanto, Luis Feito sigue trabajando con la gaita. Pronto empezará un curso nuevo en la Escuela de Música Tradicional de Navia, de la que es director. En los pequeños municipios es más difícil continuar, como se escenificó en Castropol este año. Allí no pudieron celebrar el festival de fin de curso porque el Ayuntamiento no tenía liquidez para pagar un mes más. Cosas que no impiden a este valdesano seguir adelante. Para él la gaita es mucho más que folclore. «Es una responsabilidad». Él la lleva muy dentro, consciente de que está enseñando «una parte de Asturias».